«El bien requiere mucha discreción», dijo el Papa Francisco en la audiencia general celebrada en la Plaza de San Pedro del Vaticano el 24 de abril de 2024. Durante este encuentro semanal con miles de fieles, advirtió contra la arrogancia y la autosuficiencia.
Las virtudes teologales, un gran antídoto
Estas virtudes se llaman «teologales», explicó, porque se «reciben y viven en relación con Dios». Para el 266º Papa, estas virtudes son necesarias porque «el riesgo de las virtudes cardinales es generar hombres y mujeres heroicos en el bien, pero solos, aislados».
«El cristiano nunca está solo», insistió, antes de asegurar que «las virtudes teologales son el gran antídoto contra la autosuficiencia». Y advirtió a quienes se sienten «moralmente irreprochables» contra «el riesgo de volverse vanidosos y arrogantes», y realizar acciones «para exaltarse a sí mismos».
«La soberbia es un veneno poderoso», añadió el jefe de la Iglesia católica, antes de advertir de que «basta una gota para echar a perder toda una vida marcada por la bondad». «El bien requiere mucha discreción, mucha bondad» y «debe despojarse de la presencia, a veces pesada, de nuestro ego», insistió.
Para los cristianos, la búsqueda del bien no significa hacer «un esfuerzo titánico de compromiso personal» o «una montaña de acciones benéficas», sino caminar «detrás del Maestro Jesús», subrayó el Papa Francisco.