¡Qué difícil es mantener la calma en tiempos de prueba! El estilo de vida actual nos ha acostumbrado a vivir preocupados permanentemente. Nos agobian las prisas, los problemas, la incertidumbre del mundo, la falta de paz... nos olvidamos de Dios.
Tantas cosas son las que nos afligen, que frecuentemente olvidamos que existe Alguien que, aun en ese escenario de desesperanza, puede terminar con la desgracia y mantenernos en pie.
En esta reflexión semanal, recordamos la Palabra de Dios para encontrar en ella la fe y la esperanza que nuestra vida diaria necesita.