Para la hermana Adriana Emilia, Sierva de Jesús, hacer un recuento de la última década vivida ha sido una oportunidad más para constatar lo inmenso que es el amor de Dios
El tiempo pasa sin que nos demos cuenta. Acumulamos años, experiencias; el cuerpo cambia. Comúnmente, solo nos damos cuenta de ello una vez que hacemos una pausa y volteamos hacia atrás. En ese momento nos damos cuenta de que, en solo 10 años, la vida puede cambiar enormemente.
En realidad, Dios no necesita mucho para transformarnos, requiere únicamente nuestro sí más sincero. Para la hermana Adriana Emilia, Sierva de Jesús, hacer un recuento de la última década vivida ha sido una oportunidad más para constatar lo inmenso que es el amor de Dios.
Recientemente, la hermana Adriana compartió en sus redes sociales la comparativa de su vida actual y la que tenía hace 10 años. Coincidentemente, en 2013 se encontraba participando en la JMJ de Río con su grupo de jóvenes; ahora, en 2023, volvió como religiosa.
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