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Acción del día: Regala un libro inspirador

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Cecilia Zinicola - publicado el 09/05/23
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"Un libro es un regalo que puedes abrir una y otra vez" (Garrison Keillor)

¿Has escuchado alguna vez decir que un libro ha "salvado una vida" o incluso, al mismo Papa Francisco animar a los fieles a leer alguno?

¿Por qué?

Y es que un buen libro es capaz de llenarnos de una reconfortante esperanza para seguir adelante, puede aflorar buenos sentimientos o ser una verdadera fuente de motivación que nos impulse a dar el paso de emprender nuevos caminos recobrando la inspiración perdida.

Un relato inspirador puede ser la apertura a un cambio de perspectiva más humano, un mimo al corazón, un encuentro con algo bello o un chispazo creativo que podemos poner en las manos de alguien que lo necesita.

¿A quién?

Piensa en alguien que conozcas que está deprimido o necesite revitalizar su fe, una persona que está pasando por un momento difícil o simplemente envuelto en la rutina de lo mismo cada día y regálale un libro que le inspire.

Esos tiempos de monotonía o incluso aquellos que se ven muy negros, son los que precisamente más necesitan ser descubiertos por la novedad y esperan toparse con algo de luz. Tú puedes ser hoy esa persona que aporte la diferencia y ayude a iluminar el día de otro.

¿Cómo?

Busca en la web, en la biblioteca o dentro de tu colección aquel libro que pienses que puede hacer una diferencia y agrégale una bonita dedicatoria que lleve tu nombre, una reflexión corta o un marcador de páginas con un mensaje positivo que le recuerde algo bueno a esa persona que lo recibirá.

Una novela puede traer desde la ficción un puñado de importantes valores como el amor, la perseverancia y el sentido de lo trascendente oculto en las pequeñas cosas, pero también hay muchas historias de personas en la vida real que son fuente de gran inspiración.

Esas historias, incluyendo biografías de santos, son un verdadero testimonio de lo que significa atravesar grandes pruebas de vida, cómo mejorar en lo cotidiano o conseguir lo que parece imposible.

Algunas autobiografías con gran riqueza espiritual son “Historia de un alma” de Santa Teresita de Lisieux en donde la santa recoge sus propias experiencias en su camino de santidad, así como también las  “Confesiones” de San Agustín en donde el santo habla sobre los pecados de su juventud y su incesante búsqueda por la verdad que le llevó a convertirse y seguir a Dios.

Otros ejemplos de decisiones heroicas se pueden encontrar en “Si tú le dejas: Vida de la Madre Maravillas de Jesús de las Carmelitas Descalzas donde se muestra a una mujer de la alta sociedad española que lo deja todo para seguir a Jesucristo llevando una vida de pobreza y sencillez.

O “El Oriente en llamas: Vida de san Francisco Xavier” de Louis de Wohl, que cuenta cómo un estudiante en la Sorbona de París que tiene como compañero a San Ignacio de Loyola, decide ponerse al servicio de Dios con el noble objetivo de llevar el evangelio a todo el mundo.

Dentro de otras historias reales de personas con grandes testimonios llenos de fuerza interior y fe en medio de las adversidades más crueles se encuentra “Inquebrantable: Una historia de supervivencia, resiliencia y redención” que narra la vida de Louis Zamperini, un corredor olímpico y veterano de la Segunda Guerra Mundial que sobrevivió siendo prisionero de guerra en manos de los japoneses. Su historia refleja que pasando por situaciones extremas e independientemente de los triunfos o fracasos, es posible mantener la voluntad con una fe firme para seguir adelante.

En la misma línea ,"Caminando por valles oscuros: Memorias de un jesuita en el Gulag" el jesuita norteamericano Walter Ciszek cuenta su testimonio cuando es detenido por la policía secreta rusa al ser acusado de espionaje y condenado a 15 años de trabajos forzados en Siberia.

Su vida muestra el abandono total a la voluntad de Dios transformando un trabajo inhumano en una oportunidad para aumentar su fe aferrada a la oración que le ayudó a vencer la soledad, el miedo y la desesperación.

Otro caso similar e inspirador es el que se plasma en  “Sobrevivir para contarlo: Cómo descubrí a Dios en medio del holocausto en Rwanda” donde Immaculée Ilibagiza narra cómo sobrevivió al genocidio escondida en un baño por 91 días.

Su experiencia personal no sólo es reflejo de un encuentro de fe, esperanza y perdón para aquellos que asesinaron a su familia, sino también una transformación poderosa de la angustia a la felicidad.

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Libros de este tipo nos impulsan a buscar dentro de nosotros, a priorizar lo importante y poner lo espiritual por encima de lo material entendiendo que en todo momento y circunstancia, por más simples o difíciles que sean nuestros días, Dios tiene un plan para cada uno de nosotros que espera ser descubierto.

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