Un hombre sin hogar de 54 años de Saskatchewan (Canadá) permanece despierto por la noche para asegurarse de que otras personas sin hogar en su comunidad sobrevivan las frías noches de invierno.
Ernest McPherson recorre el pequeño pueblo de Meadow Lake en la madrugada para ver a dos docenas de personas sin hogar que duermen en automóviles o edificios en ruinas.
Como Meadow Lake no tiene refugios para personas sin hogar, estas personas vulnerables no tienen dónde calentarse por la noche. Entonces McPherson trata de ayudarlos dándoles ropa abrigada o llevándolos al vestíbulo de un cajero automático o a un local de 7-Eleven (cadena comercial) para calentarse un poco.
"Es como si no hubiera ningún lugar en el mundo para ellos y nadie los quiere", compartió McPherson con CBC, y agregó : "Están muy felices cuando me ven venir, y estoy muy feliz de encontrarlos [vivos] porque no se tarda mucho en congelarse uno aquí."
A punto de morir congelado
La inspiración para que McPherson hiciera de ángel de la guarda surgió después de que casi muriera congelado en una tormenta de nieve de -38°C el año pasado. "Perdí la orientación y el sentido del tiempo... así que me senté por un minuto y pensé en descansar por un minuto. Me quedé dormido. Tuve un ángel guardián esa noche. Vino y me pateó en el pie."
Esa patada está ayudando a McPherson a mantener con vida a otros. Mientras que el año pasado buscó refugio en un hotel abandonado, junto con otras personas sin hogar, este año ha logrado recaudar $300 de sus amigos y se ha comprado una camioneta camper.
Sin embargo, describe la casa rodante como una "caja de hielo", por lo que dice que "hasta que haya un refugio, estaré aquí, patrullando todas las noches".
Las personas sin hogar en Meadow Lake reciben algo de ayuda a través de Meadow Lake Outreach Ministries, una organización cristiana sin fines de lucro, pero solo está operativa en ciertos momentos de la semana, según Natanis Bundschuh, directora ejecutiva de la organización y gerente de la cocina de comida benéfica local.
Bundschuh también compartió cómo una mujer sin hogar le contó una experiencia en la que McPherson la había impedido morir congelada y dijo: "Estaría muerta si no fuera por Ernie".
Un premio de la difunta reina Isabel II
Gracias a sus esfuerzos, McPherson recibió la Medalla del Jubileo de Platino de la Reina por su servicio público, según compartió CBC. Y Bundschuh señaló: "Es increíble ver a alguien en nuestra comunidad recibir un honor como ese por ir más allá y cuidar a las personas que no le tendrían que importar, pero sí le importan".
Y a través de su ejemplo, la comunidad está respondiendo para ayudar a quienes viven en las calles. Las empresas han donado dinero, y The Meadow Outreach Ministries ha abierto la Puerta de la Esperanza, lo que brinda acceso a calidez durante 20 horas en el centro de acogida todos los días.
Para McPherson, el premio es significativo para toda la población sin hogar: "Es un gran honor ser reconocido por todo lo que he hecho para ayudar a las personas sin hogar en Meadow Lake. Estoy tan feliz de estar aquí hoy, de hablar por ellos, de ser reconocido".
Si bien McPherson continúa ayudando a quienes lo necesitan, su historia nos recuerda la importancia de buscar siempre formas de ayudar a los demás, incluso si enfrentamos nuestras propias dificultades.