El papa Francisco dijo que ya tiene firmada su renuncia y que no ha tocado el estatuto del Papa emérito. Desde el «pecado» del clericarismo a las cuestiones políticas más candentes, sin olvidar los problemas de la Iglesia, Francisco repasa para el diario español ABC varios temas de actualidad. Javier Martínez-Brocal y Julián Quirós visitaron al Papa en la residencia donde vive en el Vaticano, Casa Santa Marta, a unos días antes de cumplir 86 años.
El Obispo de Roma enfrenta, por primera vez, en público, la cuestión de su renuncia debida a un repentino impedido por problemas de salud o accidente y le preguntan si no sería conveniente una norma para estos casos.
«Yo ya he firmado mi renuncia. Era Tarcisio Bertone el secretario de Estado. Yo la firmé y le dije: «En caso de impedimento por cuestiones médicas o qué sé yo, acá está mi renuncia. Ya la tienen». No sé a quién se la habrá dado el cardenal Bertone, pero se la di cuando era secretario de Estado. A veces hay posturas de fe inmaduras, se aferran a lo que se hizo antes».
Luego explica que no es una novedad, otros dos papas han tomado la misma decisión: «Pablo VI también dejó escrita su renuncia en caso de impedimento permanente. Así es, y Pío XII creo que también». Y admite: «es la primera vez que lo digo». «Para eso lo digo. Ahora alguno irá a pedírselo a Bertone: «¡Deme el papelito!» (ríe). Seguramente lo entregó al cardenal Pietro Parolin, el nuevo secretario de Estado. Yo se lo di a Bertone en cuanto secretario de Estado».
«No he castigado ni he invadido al Opus Dei»
También se le pregunta por su decisión de reforma del Opus Dei en los parámetros de la Nueva Constitución Apostólica: «La medida es una reubicación que había que resolver. Soy muy amigo del Opus Dei, los quiero mucho y trabajan bien», afirmó el Papa. Además explica que su decisión se debe únicamente a una necesidad marcada por el Derecho Canónico que indica que la prelaturas personales deben estar dentro la congregación del clero y no de los obispos en el organigrama curial.
«Ahí había algo que no funcionaba…lo hice dialogando bien con ellos». El Papa también le quito hierro a que un papa jesuita viniera a realizar una reforma en contra del Opus Dei y así acalla las voces derrotistas o divisorias.