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Se suponía que iba a rezar las Letanías lauretanas. Pero cuando comencé a rezarlas, mis pensamientos se fueron a las facturas pendientes, a la montaña de ropa por lavar y planchar, al espejo del baño que había sido testigo de tantas lágrimas...
Pensé que estabas aquí. Sí, tengo la esperanza de que en lugar de caminar entre las estrellas, elegiste este apartamento de este edificio en el que siempre hay alguien fumando, paseando a su mascota y tirando chicles en las escaleras, este bloque con secretos detrás de mil cortinas...
Letanía a la Reina de las barriadas
Escondido en los rincones de la conciencia, salva nuestro hogar.
Cristo, Amado, salva nuestro hogar.
Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.
Dios Padre de humildad y silencio, ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor de toda locura, derrota y confusión, ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo, fuente de consuelo que no pasará, ten misericordia de nosotros.
Santísima Trinidad, Amor en el corazón de la Madre, un solo Dios, ten misericordia de nosotros.
Santa Virgen que traes, pasas, barres, ruega por nosotros.
Santa que vas de la cocina al baño, ruega por nosotros.
Santa trabajando entre los cables de la plancha y la secadora, ruega por nosotros.
Santa esposa con sueños bajo los imanes de la nevera, ruega por nosotros.
Santa que limpias después de que haya pasado todo, ruega por nosotros.
Santa que nunca has pedido vacaciones, ruega por nosotros.
Santa que miras a los caídos, ruega por nosotros.
Madre de los perdidos en el mundo virtual, ruega por nosotros.
Madre de los que lloran de noche en el baño, ruega por nosotros.
Madre de los hijos furiosos, rebeldes y con quejas, ruega por nosotros.
Madre de los que caen bajo el peso de las facturas, ruega por nosotros.
Madre de aquellos a quienes todo se les va de las manos, ruega por nosotros.
Madre de los que no siguen las noticias del mundo ni del patio, ruega por nosotros.
Madre de las personas con los bolsillos vacíos, ruega por nosotros.
Madre obligada a inventar cenas de la nada, ruega por nosotros.
Madre soltera con dos o tres amigos en la cruz, ruega por nosotros.
Madre en la larga cola al médico, demasiado larga, ruega por nosotros.
Madre de la iglesia doméstica con un mantel manchado y una letanía de dudas y aburrimiento, ruega por nosotros.
Madre de las sorpresas en los pañales, ruega por nosotros.
Enfermera en cuidados intensivos de conciencia, ruega por nosotros.
Doctora al amanecer del tercer día consecutivo de servicio, ruega por nosotros.
Causa de la sonrisa bajo el parche del corazón roto, ruega por nosotros.
Puerta del cielo adornada con arrugas, ruega por nosotros.
Estrella de la mañana con difícil despertar y bocadillos para la escuela, ruega por nosotros.
Señora de la torre de lavado y planchado, ruega por nosotros.
Rosa de té, con aroma de buenos recuerdos y un momento de respiro, ruega por nosotros.
Único espejo que no aparta la mirada del rostro sin máscaras, ruega por nosotros.
Pasarela sobre el abismo de la desesperación, ruega por nosotros.
Paloma con buenas noticias tras otra pelea, ruega por nosotros.
Tesoro de consuelos, parcheo de agujeros de complejos y pérdidas, ruega por nosotros.
Custodia de los secretos gritados en sueños, ruega por nosotros.
Palabra sanadora de males y silencios enfermizos, ruega por nosotros.
Auxilio de la esclavitud de las quejas y el dolor, ruega por nosotros.
Santa abrazando la fiebre de los pensamientos, ruega por nosotros.
Santa abrazando el sufrimiento de su esposo, esposa, padre, hijo, viuda, abuelo, amigo, ruega por nosotros.
Santa abrazando la incertidumbre, el dolor y la falta de perspectivas de sentido, ruega por nosotros.
Santa abrazando a aquellos que están quebrantados en espíritu y cuerpo, golpeando sus cabezas contra la pared y cayendo en cada giro de la vida, ruega por nosotros.
Casa con un poco de esperanza detrás de la cortina, ruega por nosotros.
Casa con nevera vacía y sonrisa en la mañana, ruega por nosotros.
Casa de barriada con un cofre lleno de esperanza, ruega por nosotros.
Reina dirigida a un rostro quebrantado por la verdad o la falta de conocimiento, ruega por nosotros.
Reina ridiculizada por el resto de la fe en sus labios, ruega por nosotros.
Reina del Rosario de las lágrimas, ruega por nosotros.
Reina con ojos brillantes, ruega por nosotros.
Reina con delantal de cocina y pantuflas desparejas, ruega por nosotros.
Reina que se fija en las tiendas con rebajas, ruega por nosotros.
Reina de los parados mirando el periódico al revés, ruega por nosotros.
Reina con regalos preparados para sus hijos con deudas que llegan hasta sus nietos, ruega por nosotros.
Reina cuya vida es un milagro desde que naciste, ruega por nosotros.
Reina ninguneada y tratada como aire, ruega por nosotros.
Reina de estos últimos, torpes, arruinados y perdedores en los que sólo tú puedes ver ángeles, ruega por nosotros.
Reina del apartamento con cocina y baño pequeño, con vistas a los universos de los bloques de pisos, ruega por nosotros.
Reina de la historia de los héroes de la vida cotidiana a la orilla izquierda y derecha del río, ruega por nosotros.
Reina del amor no amado desde que el ser humano puede recordar, ruega por nosotros.
Tranquilo Cordero que pagaste mis deudas, encuéntrame, Señor.
Cordero humilde que tomaste mi culpa sobre ti, ayúdame a verla, Señor.
Sencillo Cordero que no me echas la culpa de nada, haz que no eche culpas a nadie, tampoco a mí.
Ruega por nosotros, reina de cada metro cuadrado, para que seamos matriz del amor tierno y humilde de Dios por todos.
Amén. Amén.
Fuente: mostdonieba.pl