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San Martín de Porres y un olivo «monumental»: «Dios perdone a quien lo plantó»

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Pablo Cesio - Aleteia Perú - publicado el 04/11/22
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El investigador y experto oleícola peruano Gianfranco Vargas Flores ofrece a Aleteia detalles de la famosa historia del olivo que plantó San Martín de Porres en Perú hace 385 años que sigue en pie y también es atractivo turístico

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En una mañana invernal de Lima, en agosto de 1637, San Martín de Porres y su asistente Juan Vázquez Parra (o simplemente «Juancho») salieron del convento del Santísimo Rosario.

«¿A dónde vamos, padre?», le preguntó «Juancho» a San Martín de Porres. Y la respuesta vinculada a un trabajo con novicios también escondió la particularidad de la realización de un nuevo olivar.

«(…) El olivar que hoy hay es ya viejo y se irá criando otro nuevo y de aquí a treinta años, que ya éstos serán hombres maduros, dirán que Dios perdone a quien plantó este olivar», agregó San Martín de Porres.

En efecto, la recreación de la plantación de olivos de San Martín de Porres en Perú está extraída del Proceso de Beatificación de Fray Martín de Porres, Volumen I. Proceso Diocesano Años 1660, 1664, 1671 (Secretariado «Martín de Porres», 1960).

«Un hecho milagroso»

Es que la velocidad en la que retoñaron las hojas y el proceso, en el cual San Martín de Porres agradecía a la Providencia de Dios, fue considerado un hecho milagroso. Y así quedó constatado entre los documentos para la beatificación (1837) del santo peruano:  

En el mes de agosto de 1637, Martín y Juancho se trasladaron a la hacienda de Limatambo (hoy El Olivar de San Isidro), donde plantaron 700 esquejes de olivo en menos de 15 días. Sucedió que las ramas retoñaron hojas al tercer día de riego, es por esta acción sobrenatural que fue considerada un milagro durante el proceso de beatificación de Martín de Porres Velázquez. (Secretariado «Martín de Porres», 1960)

El trabajo donde aparecen estos datos fue compartido con Aleteia por el investigador y experto oleícola Gianfranco Vargas Flores, quien realizó una investigación titulada El cultivo del olivo en el Perú: Patrimonio olivarero sudamericano.

Gianfranco, vinculado en ese entonces al Instituto de Investigación de la Escuela de Turismo y Hotelería de la Universidad de San Martín de Porres, ha logrado identificar e iniciar la puesta de valor de la cultura olivarera en Perú y los olivos singulares de América del Sur.

Sin embargo, uno de los grandes hitos del proyecto ha sido la constatación científica del olivo plantado por San Martín de Porres en Perú.

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La zona donde San Martín de Porres plantó olivos en Perú

Bosque el Olivar de San Isidro, ¿Patrimonio Cultural y Natural?

Tal cual explicó Gianfranco a Aleteia, el proceso de identificación del olivo de San Martín de Porres surgió tras ser contratado como consultor para declarar el Olivar de San Isidro (conocido como el olivar de San Martín hasta 1770) como Patrimonio Cultural y Natural de la humanidad de la Unesco.

Esto llevó a hacer una evaluación del bosque donde se estudiaron los árboles, las edades, la cronología, etcétera. Es en el marco de ese trabajo donde encuentra el olivo de San Martín de Porres, quien fuera canonizado en 1962.

Gianfranco también contó que fue muy curioso porque más allá de la significancia que tenía el olivar que plantó San Martín, aquella frase de que Dios perdone a quien plantó ese olivar no hace más que confirmar la humildad de quien también era conocido como «el santo de la escoba».

«Su deseo era éste y fue lo que más me llevó a mí a seguir porque sentía que él me pedía que haga esto. Y que se ponga una placa», confesó Gianfranco a Aleteia.  

«Modelo Santander»

Por otra parte, otro de los elementos que surgen de la investigación para la identificación del olivo en el marco del trabajo a favor de la declaración del Bosque el Olivar de San Isidro como Patrimonio Cultural y Natural fue la aplicación del «Modelo Santander» (en alusión al español Emilio Botín del Banco Santander que tenía en su jardín olivos milenarios).

Para ello, Gianfranco se puso en contacto con la Universidad Politécnica de Madrid, que desarrolló ese método para la datación de árboles monumentales a través de un procedimiento utilizado en el Mediterráneo como alternativa a los métodos clásicos (carbono 14, por ejemplo) sin ocasionar daños y con un escáner digital.

Gracias a esto se develó que el árbol de San Martín de Porres fue plantado en 1637 por lo que ya tiene 385 años (a pesar de ello no es el más antiguo de Perú pues antes, por ejemplo, está el olivo Castellano que fue talado hace varios siglos).

Actualmente, el Bosque el Olivar de San Isidro es Monumento Nacional desde 1959 y fue reconocido antes de 2020 como «área de conservación ambiental» en Perú.

¿Qué significa el olivo de San Martín de Porres para Perú?

Al ser consultado sobre la importancia de la plantación del olivo de San Martín de Porres para Perú, Gianfranco respondió que ha sido el inicio de la identificación de olivos patrimoniales para la conservación y sostenibilidad de los mismos en América.

En ese sentido, Gianfranco viene trabajando con varios países de América con respecto a los olivos milenarios, algo que también tiene una veta turística y cultural a desarrollar.

«Tenemos identificados hasta el momento 26 árboles centenarios en toda América», indicó Gianfranco con respecto a su proyecto donde también imperan los concursos para seguir identificando más árboles en un trabajo donde también hay vínculo con autoridades locales para las diversas declaraciones como patrimonio.

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