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Una de las cosas más difíciles de ser padre es aprender a dejarse llevar. Y ver a sus hijos en edad preescolar o de jardín de infancia con sus mini mochilas atadas a sus pequeños hombros puede dejarte con lágrimas en los ojos cuando los despides en la escuela.
Sin embargo, mientras guía a tus hijos por la puerta hacia el gran mundo, recuerda que tienen un apoyo muy poderoso a su lado: su Padre Celestial.
Así que anímate con estas palabras de consuelo de las Escrituras, y ten la certeza de que todo estará bien y que es seguro dejarlo ir... un poco.
Proverbios 3:5-6