Escuchar a personas compartir recuerdos en un funeral es una experiencia sanadora, que te hace comprender a cuántas personas puedes tocar con la historia de tu vida.
Quizá nunca nos demos cuenta del impacto que tuvo en su vida aquella cena con nuestro vecino aquel verano, o de cómo las incontables horas que pasaste jugando con tus nietos te dejaron recuerdos felices…
Muchas personas, sin embargo, al final de la vida se arrepienten de ciertas actitudes relativas a la relación con los demás.
Una enfermera de cuidados paliativos, Bonnie Ware, atendió a innumerables pacientes moribundos y encontró varios elementos de arrepentimiento que todos tenían en común. Uno de ellos es “Ojalá me hubiera mantenido en contacto con mis amigos”.
Un estudio de la Universidad de Illinois también muestra muchos remordimientos de adultos sobre sus relaciones. Con todo esto en mente, ¿cómo podemos hacer un balance de nuestras relaciones hoy? ¿No deberíamos dedicar algo de tiempo y energía a mejorar los contactos con las personas cercanas a nosotros?
Aquí hay algunas preguntas que pueden ayudarte a pensar en las personas con las que te relacionas a diario, y evitar el arrepentimiento en este campo al final de su vida.
1¿Quién es más importante para ti en tu vida ahora?
Haz una lista de las personas cercanas a ti: cónyuge, hijos, familiares, amigos cercanos… ¿Cómo los tratas? ¿Les das más tiempo y energía que a cualquier otra cosa? Si no, ¿cómo puedes darles más importancia? Piensa en pasos prácticos, como ir a desayunar con tu hijo una vez a la semana, solo ustedes dos. ¿O tienes que priorizar los proyectos que te pidió tu tía?
2¿Con quién interactúas regularmente?
Piensa en compañeros de trabajo, vecinos, cajeros de supermercado… ¿Cómo los tratas? ¿Tienes interacciones positivas con ellos? ¿Cuántas veces les agradeces? ¿Los alabas? ¿Aprendes algo de su vida?
3¿Con quién has perdido el contacto?
¿Qué relaciones necesitas trabajar para reparar? ¿Hay personas a las que necesitas perdonar? ¿Hay alguien que esté pasando por un momento difícil con quien necesites hablar, aunque hace tiempo que no lo haces?
Tal vez no tengas deseos de reparar cierta relación debido a heridas pasadas. Empieza rezando para obtener la gracia de querer perdonar. Aunque nunca se restaure del todo la relación con alguien que te haya lastimado, es beneficioso tener al menos un sentimiento de paz y cierre (aunque a veces sea unilateral) de la situación.
Si necesitas ideas sobre cómo fortalecer tus relaciones, piensa en cómo te has sentido amado en el pasado. ¿Quién ha logrado amarte en tu vida? ¿Qué dirías de él o ella cuando muriera?
Al final del día, si puedes priorizar el perdón y la generosidad hacia amigos, familiares y conocidos, será una señal de que vas en la dirección correcta. Haz una autoevaluación y analiza los resultados de vez en cuando. Y al final de tu vida, debe ser reconfortante recordar cómo has trabajado activamente para amar a los demás.