Podría convertirse en uno de los más grandes escándalos de salud de nuestro tiempo: el cambio de sexo de los niños que lo requieren (y no pueden advertir las consecuencias). La Directora de Educación e Investigación de Alliance Vita, Blanche Streb, renueva el grito de alarma de los profesionales de la infancia.
La medicina académica habla de ello como un fenómeno epidémico: un psicoanalista del hospital Pitié-Salpêtrière, que da asesoramiento a jóvenes involucrados en cuestiones de transición sexual, evoca el «montaje de una marea».
De hecho, es siempre más numeroso (y cada vez más jóvenes) las personas que expresan este profundo arrepentimiento: tener la sensación de pertenecer al sexo opuesto al propio, o a veces a «no tener sexo en absoluto»·