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En la tarde de este martes 15 de marzo, el pleno de la Convención Constitución terminó incluyendo en el borrador de la nueva Constitución de Chile el artículo que hace referencia a las garantías para la “interrupción voluntaria del embarazo”.
Por ende, gracias a la decisión del organismo encargado de redactar la nueva Carta Magna, ha quedado instalado el primer paso para que el aborto legal finalmente pueda formar parte de la próxima Constitución. Está previsto que sea plebiscitada en 2022.
"Estado garantiza el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos sin discriminación, con enfoque de género, inclusión y pertinencia cultural (...) asegurando a todas las mujeres y personas con capacidad de gestar, las condiciones para un embarazo, una interrupción voluntaria del embarazo, parto y maternidad voluntarios y protegidos", se lee en el inciso segundo del artículo. En este caso aprobado por 108 votos a favor, 39 en contra y seis abstenciones.
¿Qué dijo la Iglesia ante esta decisión?
Desde el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile se dio a conocer este miércoles 16 de marzo una declaración. La misma consta de tres puntos. Se señala que “esta norma, por sí misma, es un gravísimo atentado a la dignidad de la persona humana y sus derechos fundamentales, más allá de cualquier concepción religiosa”.
“Establecido el aborto como un derecho constitucional sin ninguna restricción, cualquier ley que pretenda regularlo puede ser declarada inconstitucional. De esta manera, podría darse el caso que fueran abortadas creaturas incluso de siete u ocho meses o a punto de nacer”, recuerdan los obispos chilenos.
“Se ha ido imponiendo en el país una mentalidad contraria a la vida de la persona ya concebida. Por eso llamamos a los chilenos a ser conscientes de esta triste dinámica, que tiene como corolario inaudito la incorporación del aborto libre nada menos que como un derecho constitucional”, indicaron en el segundo punto de la declaración.
“De no cambiar esta decisión, la Convención Constitucional pone un obstáculo insalvable para que muchos ciudadanos den su aprobación al texto constitucional que se está elaborando. Lamentamos que la mayoría de los convencionales estén optando por polarizar el proceso constitucional con un tema tan significativo (…)”, advierten los obispos en un pasaje del tercer punto del comunicado.
El avance del aborto en América Latina
Lo sucedido en Chile llega en un momento crucial para la defensa de la vida en América Latina. Principalmente tras lo acontecido recientemente en Colombia con la decisión de la Corte Constitucional de despenalizar el aborto hasta las 24 semanas de gestación.
Lo propio con Ecuador, con el proyecto de ley que permite el aborto en casos de violación de determinados plazos. En este último caso, vetado de manera parcial por el presidente Guillermo Lasso.
Lo mismo con otros ejemplos de los últimos tiempos en el continente, como México en 2021. También Argentina en 2020 y discusiones que se han dado en Chile. Y anteriormente en países como Uruguay (2012).
Como contracara de estas últimas horas, la decisión de Guatemala. Este 9 de marzo se declaró “Capital Provida de Iberoamérica”y con ello la aprobación de la ley “Protección de la Vida y la Familia”. Este aspecto endurece las penas vinculadas al aborto (solo legal en caso de la vida de las mujeres en peligro). También otras cuestiones sobre matrimonio entre personas del mismo sexo.