El papa Francisco pidió en el Ángelus sin tapujos: "En nombre de Dios, os pido: ¡parad esta masacre!”. La diplomacia de la Santa Sede está haciendo todo lo posible para poner fin al conflicto en Ucrania tras la invasión de Rusia.
Pietro Parolin ha presentado la disponibilidad de mediación directamente al ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergej Lavrov, la semana pasada, pero sin recibir una respuesta.
"Obviamente, esta disponibilidad debe responder al deseo de las partes de hacer uso de esta ayuda”.
Lo dijo el Secretario de Estado en una entrevista emitida este domingo en la noche por el canal de información Mediaset, Tgcom, y en la que recuerda la conversación telefónica que tuvo con Lavrov.
La diplomacia vaticana mueve sus hilos informando sobre la puerta aún cerrada de Moscú; especialmente después del gesto que tuvo el mismo Papa al salir del Vaticano, al principio de la agresión rusa hace 17 días. El Papa pedía con fuerza que se respetara la vida de la población ucraniana.
Para el Secretario de Estado, "no es importante que se acepte la oferta de la Santa Sede”, ha descrito que existen otros “contactos en marcha”; así como también otras partes que han ofrecido ser parte en el diálogo. Pero más allá de todo, Parolin le quita hierro a ser protagonista, pues lo “importante es que todo lo que está ocurriendo se acabe”.
Vox populi, vox Dei: Basta con la masacre
La petición del fin de las hostilidades se ha convertido en algo global. Algo así como un vox populi, voz Dei, con manifestaciones en muchas ciudades del mundo, incluso Moscú, las cuales se sofocaron con fuerza represiva.
"Gracias a Dios hay tantas iniciativas" a favor de la paz - explicó el cardenal Parolin- "me parece que hay una gran apertura por parte de la población". "Hay mucha solidaridad por parte de la gente común, que está clamando para que esta guerra termine."
Parolin recordó que el Papa está con la gente: "El Papa dijo: ‘Me uno a la gente común para pedir el fin de la guerra’. Lo único que hace falta es detener la inaceptable agresión armada antes de que reduzca las ciudades a cementerios".