Parasceve, es el retrato de una Semana Santa, documental sin diálogos, escrito y dirigido por el joven gaditano de 31 años, Hilario Abad. Este trabajo supone su exitoso debut en el largometraje tras Caniville, su primer corto rodado en 2011 que después dio paso a una webserie. El título del largometraje hace referencia al día en que murió Cristo, preparación de la “pascua” judía. De la distribución en salas responde European Dreams Factory.
La película centra su argumento en el transcurso de la celebración de la Semana Santa en Sevilla en orden cronológico -en un lapso de 10 años (2011-2021)- con el foco puesto en las sensaciones de las personas que acuden a vivirla, a fin de transmitir los distintos ambientes que se viven en la calle y las reacciones de los que están en ella.
Más allá de la anécdota de estrenar en cines de España un documental religioso y sin diálogos, tenemos que poner en valor la potencia que progresivamente ha ido adquiriendo este modo de hacer cine con estos rasgos.
Hasta hace unos años se decía que este tipo de trabajos no vendían, hasta que se comprobó que daban dinero. Y no por un asunto baladí, sino porque sus historias trascendían la pantalla. Son los casos, por ejemplo, de Wojtyla, la investigación, Amanece en Calcuta, Medjugorje, Tierra Santa, el último peregrino o Vivo. De hecho, esta última aventura cosechó cifras de taquilla superiores a Godzila vs Kong.
Volviendo a Parasceve, su grandeza reside en el poder de la imagen y en los sonidos propios de esta celebración, sin otras interrupciones narrativas. Y de haber conseguido capturar la esencia de la Semana Santa en su plenitud desde el Miércoles Santo.
Pero, sobre todo, de encontrarle un porqué, un significado a momentos tan determinantes para los católicos, si bien es cierto que el documental se recibe con el mismo interés para los que no practiquen la religión católica, puesto que la interpretación sobre los acontecimientos es libre.
De hecho, gracias a que no hay una voz que narre la película, el documental facilita incluso un encuentro más próximo con momentos de piedad e ilusión de incalculable valor testimonial. También de esa gran belleza que abraza el silencio.
En ese sentido, la sensibilidad de Abad es total. Su mirada personal y emotiva da paso a una de las creaciones más emblemáticas de los últimos años sobre la Semana Santa, en la que también se rinde homenaje a las cofradías y a los que participan, in situ, de la procesión: costaleros, penitentes…
Naturalmente, este resultado inmersivo y genial pasa por un paciente ejercicio de trabajo en la sala de montaje, que viene a reafirmar la fuerza de su banda sonora -en este caso a cargo de Francisco Javier Torres Simón- y de la banda sinfónica de municipal de Sevilla por la que atiende Francisco Javier Gutiérrez Juan, bien engarzadas con coros, sonidos de piano, saetas… También su diseño de fotografía es extraordinario y por él responden Daniel Valle, Miguel Trujillo, Emilio Salas Ramos y María del Mar Nevado. Por otro lado, habría que destacar la inspiración de Abad en el mediometraje de Manuel Gutiérrez Aragón, Semana Santa (1992), del mismo corte y temática.
Parasceve es mucho más que un documental apasionante para vivir y sentir con autenticidad la devoción y amor a Cristo durante la Semana Santa.
¿Por qué es tan importante la Semana Santa en Sevilla? Las respuestas con imágenes de la película