Paseando por el centro de algunas ciudades de Europa y América, y también en medio del campo, puedes encontrar unos pequeños monasterios de nueva construcción con unas líneas y materiales muy sencillos y una decoración minimalista.
En el año 2021 se bendijeron dos: uno en Choron (Polonia) y otro en Laferrere, un asentamiento de Buenos Aires.
Los hace la Comunidad del Cordero.
De momento hay 18 en distintos lugares del mundo. Ahora están construyendo uno en la sede central de la Comunidad, en Plavilla, al sur de Francia. Y otros dos están en proyecto en Cataluña y Madrid (España).
Una Iglesia pobre para los pobres
Los monasterios los habitan comunidades de “Hermanitos” o de “Hermanitas” del Cordero, unos monjes mendicantes que llevan una vida contemplativa pero abierta y misionera.
Construyendo estos humildes espacios de oración y silencio, buscan ofrecer la luz de Cristo en la oscuridad del mundo. Por eso cada monasterio tiene un nombre relacionado con la luz.
Para estos religiosos es necesario que también la arquitectura refleje la humildad de Cristo. Entra en la siguiente galería de imágenes para ver los monasterios y por qué son así:
“El Señor nos envía para revelar el rostro de Dios mendigo, ofrecernos para que la Palabra se haga fuego en nuestros corazones y todos puedan venir a experimentar esta alegría que nadie ni nada puede quitarnos”, explica a Aleteia la Fraternidad de Madrid.
Ellos abren su vida monástica a todos, a través de sus celebraciones litúrgicas y compartiendo la comida en torno a la mesa abierta, y otros momentos de su vida fraterna y de trabajo.
¿Cómo se construyen los monasterios?
Las monjas explican que construyen sus monasterios de esta manera:
“Solo con la Providencia, partiendo de cero y acabando con las manos vacías (sin deudas). Con donativos de dinero, material, mano de obra. La Comunidad también se pone manos a la obra (pintura, enfoscados, cartón yeso, mobiliario, frescos…)”.
Con ello, logran “lugares sencillos y bellos que reflejan la humildad de Dios y su amor-mendigo por cada ser humano, lugares donde los más pobres y vulnerables se sienten también en casa”.
Fundada en Francia a finales del siglo XX, la Comunidad del Cordero está formada hoy por 180 hermanitas y unos 40 hermanitos dedicados a la oración y el anuncio del Evangelio.
Ellos buscan experimentar una fuerte intimidad con Cristo y tratan de recordar al mundo cuánto ama Dios a los hombres.