La única testigo de la matanza de seis sacerdotes jesuitas, profesores de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), y de un ama de llaves y su hija, es la protagonista de la película Llegaron de noche, una película dirigida por Imanol Uribe.
Era trabajadora de limpieza de la UCA. Aquella madrugada del 15 al 16 de noviembre de 1989, Lucía Barrera de Cerna vio llegar a miembros del Ejército salvadoreño. Escondida, supo de la masacre y de quienes fueron los autores materiales del asesinato del padre Ignacio Ellacurría y de los otras siete víctimas.
De haberla visto los soldados de élite, ella también estaría muerta. Pero vivió para desmentir la versión oficial del Gobierno de El Salvador (en plena guerra civil) de que habían sido asesinados por miembros del opositor Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN).
La coartada gubernamental era perfecta, salvo por el detalle de haber dejado viva a Lucía. Y, quizá, por una frase premonitoria del padre Ellacuría que se escucha en la película: “Si me matan de día sabrán que ha sido la guerrilla, pero si llegan de noche serán los militares los que me maten”.
Uribe –autor, entre otras películas de La fuga de Segovia, *Días contados *o El rey pasmado—ha rodado una película que se estrenará el 25 de marzo, contando con el testimonio de Lucía. El papel del jesuita Ellacuría corresponde a Karra Elejalde, acompañado de Juana Acosta, Juan Carlos Martínez y Carmelo Gómez.
“Mi nacimiento en El Salvador, mi educación con los jesuitas y la admiración que sentía por Ellacuría y su grupo, están en el origen de esta película”, afirmó Uribe sobre el filme cuyo el guión de Daniel Cebrián y la producción de Bowfinger International Pictures, Maria Luisa Gutiérrez, Tornasol Media y Nunca digas nunca AIE y en coproducción de la colombiana de 64A Films.
El tráiler de la película, en la que ha participado Radio Televisión Española, muestra el vía crucis que tuvo que pasar Lucía para dar su testimonio y echar abajo la rápida actuación del Gobierno salvadoreño al acusar de la masacre FMLN. Su vida y la de su familia cambiaría para siempre. Su testimonio sentó las bases para buscar a los culpables.
Treinta y un años después, en 2020, la Audiencia Nacional de Madrid condenó a 133 años y ocho meses de cárcel al ex coronel Inocente Orlando Montano Morales, como uno de los mandantes de la masacre cometida por las Fuerzas Armadas salvadoreñas en el campus de la UCA.
El guión de Llegaron de noche tiene la aprobación de la Compañía de Jesús. Para los compañeros de los asesinados, lo importante de esta película “es que nos invita a no caer en el olvido de lo que ocurrió en 1989 y de lo que ha estado ocurriendo en muchos lugares de Latinoamérica y Centroamérica”.
Por lo demás, este 6 de enero de 2022, el Tribunal Supremo de El Salvador ordenó la reapertura de una investigación penal sobre la masacre y dio diez días a la justicia penal del país para iniciar una investigación sobre quienes fueron identificados como posibles autores intelectuales de los asesinatos.
Entre ellos están el expresidente Alfredo Cristiani, los generales Humberto Larios, Juan Bustillo, Francisco Fuentes, Rafael Zepeda, y René Ponce, y el coronel Inocente Montano, quien ya fue condenado en España pues Ellacuría y otros cuatro sacerdotes más eran de origen español.
La reapertura de la masacre de la UCA fue recibida con una mezcla de escepticismo y esperanza por parte de la Iglesia salvadoreña. Escepticismo porque podría tratarse de una maniobra meramente política y esperanza, porque, según lo ha dicho el cardenal Gregorio Rosa Chávez, “puede constituir una primera respuesta al lamento de las víctimas en El Salvador que no han tenido verdadera justicia, sino resoluciones judiciales inmorales y sesgadas”.