separateurCreated with Sketch.

Beata Ana de los Ángeles, una dominica con dones extraordinarios

SOR ANA
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Salvador Aragonés - Patricia Navas - publicado el 09/01/22
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Nacida en Arequipa, Perú, recibió su vocación a través de una visión de santa Catalina de Siena

Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.

Deseo donar en 3 clics

Ana Monteagudo Ponce de León nació en Arequipa (Perú) en 1602, en una familia de 8 hermanos.

Su padre era español y su madre arequipeña. Ellos confiaron su educación a las dominicas del Monasterio de Santa Catalina. Allí permaneció de los 3 a los 14 años.

Entonces sus padres decidieron que volviera a casa para comprometerla. Pero ella tenía otros planes y siguió viviendo como lo hacía en el monasterio, trabajando y rezando.

Convirtió su habitación en su lugar de retiro y allí un día tuvo una visión de santa Catalina de Siena.

La santa terciaria dominica del siglo XIV le permitió descubrir que estaba llamada a ser monja dominica, diciéndole:

Reformadora de su comunidad

Aunque sus padres se oponían, entró en el convento de las dominicas de clausura donde había pasado su infancia.

Como maestra de novicias primero y después como priora, contribuyó a reformarlo espiritualmente.

Se dedicó a la oración y recibió dones espirituales extraordinarios, como predecir hechos que debían ocurrir.

También tuvo una especial relación con las almas del Purgatorio, un fuerte interés por la evangelización de los indígenas y una gran generosidad con los necesitados.

Murió ciega y con muchos dolores en los músculos y huesos. Lo aceptó todo sin quejarse porque era la voluntad de Dios.

Una vez sepultada, a los diez meses su cuerpo fue exhumado y estaba fresco sin olor alguno.

 San Juan Pablo II beatificó a esta dominica peruana en su visita a Arequipa el 2 de febrero de 1985 y habló así:

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Aleteia vive gracias a sus donaciones

Permítenos continuar nuestra misión de compartir información cristiana y bellas historias apoyándonos.