El Purgatorio es real. Si mueres con pecados veniales pasarás un tiempo purgándolos, purificándote, hasta que tu alma libre de pecados pueda ir al paraíso.
Santa Faustina Kowalska tuvo una visión del purgatorio y lo describe de esta forma:
Un sacerdote comentaba en una emisora de radio que él se dedicaba a sacar un alma del purgatorio cada día, rezando el santo rosario ante Jesús Sacramentado, en el sagrario.
Ofrecía la indulgencia que ganaba con el rezo de estos rosarios por las almas más necesitadas de la Misericordia Divina.
Muchos santos de nuestra Iglesia han tenido apariciones de almas del purgatorio que “con el permiso de Dios” se les han aparecido para pedir sus favores -una misa, el rezo del rosario,...- que los ayuden a salir de ese lugar de tormentos donde sufren mucho.
Y cuando lo consiguen, antes de emprender su viaje al Paraíso, pasan para agradecer tan grande favor.
Las siento mis hermanas, lo son. Y busco la manera de ayudarlas y crear conciencia entre los católicos sobre nuestra obligación moral de pensar en las almas benditas del Purgatorio y tenerlas presentes en nuestras oraciones. Es un acto de misericordia que agrada mucho a Dios.
San Josemaría Escrivá decía de ellas:
Las almas del purgatorio sufren y está tristes, así las describen estas mística que las vieron:
¿Cómo ayudarlas? Hay tres formas muy efectivas.
1Con las indulgencias
Ofreciéndolas por ellas. Debes estar en gracia de Dios, y tener la intención de ganarla, confesarte, comulgar y rezar por las intenciones del Papa.
2Con la misa
Pues los méritos de una sola misa son infinitos.
3Con tu oración fervorosa
Particularmente el rezo del santo Rosario.
A mí me gusta mucho ofrecer todas las infinitas gracias que recibo en cada misa por mis hermanas, las benditas almas del Purgatorio.
Sé que las necesitan y nos ruegan por ellas. Es como si constantemente gritaran: “¡Ayúdennos!”.
¿Te animas a rezar por nuestras hermanas, las benditas almas del Purgatorio? Lo necesitan y te lo agradecerán.
Pide por ellas, particularmente por las más necesitadas de la misericordia de Dios.