¿Qué tan cariñosos eran tus padres contigo y entre ellos? ¿Te enseñaron a despedirse con un abrazo? ¿En casa había roles tradicionales en las tareas del hogar o eran más espontáneas y cambiaban según la época que les tocaba vivir?
Desde el estilo de comunicación hasta la resolución de conflictos, cómo se determinan los roles en el hogar, la muestra de afecto y las responsabilidades de cada uno, entre otros, son todos aspectos que tienen una raíz profunda en la familia donde hemos crecido.
Nuestra familia de origen, la familia en la que nos hemos criado, tiene una influencia en cada uno de nosotros a lo largo de la vida. Y los investigadores sobre temas de familia han identificado que hay ciertos "factores familiares" que nos han formado como miembros individuales dentro del contexto familiar y que afectan nuestra personalidad o preferencias.
Conocer estos factores familiares pueden ayudarnos a identificar tanto el estilo propio de nuestra familia de origen como las expectativas personales que traemos a nuestra propia familia para crear el plan familiar que queremos construir junto a otro.
A través del proceso de aprender más sobre nuestras diferencias y de comprender las dinámicas variables en cada una de nuestras familias de origen tenemos la oportunidad de equiparnos con formas efectivas para comunicarnos y expresarnos cuando nos sentimos cerca o lejos del otro mejorando la convivencia.
Una pareja de novios que planean casarse se enfrenta a la tarea de combinar e integrar dos vidas para empezar “una nueva” e incluso aquellas parejas que ya llevan años juntos, pueden plantearse preguntas similares. Nunca es demasiado tarde para evaluar por qué se piensa de determinado modo o uno se comporta de cierta manera. El amor es una fuerza que nos impulsa a conocernos, a hacer cambios y mejorar con esfuerzo y voluntad.
En este sentido, todas las parejas deben tener la oportunidad de aprender sobre esta parte de sus vidas. Dependiendo del tipo de experiencias que hayan tenido en su familia de origen, el proceso puede resultar un poco incómodo en ocasiones, pero la realidad es que al final aumentará la oportunidad de tener más empatía y una conexión más fuerte con el otro.
Estas expectativas que están arraigadas en nosotros a través de nuestra familia de origen son tal vez las que más nos influyen para bien o para mal. Desde pequeños observábamos cómo nuestros padres tomaban las decisiones en casa o cómo era la dinámica de las relaciones con otros amigos y familiares. Todo eso ha marcado nuestra historia.
En una etapa adulta es necesario plantearnos nuestro propio y único proyecto de familia creando un mapa de nuestra relación con modos y anhelos que traemos con nosotros y que aunque nos parezca que son algo natural, puede que no lo sean tanto para el otro.
Desarrollar una mejor comprensión de estas diferencias o similitudes son útiles para acercarnos y conocer más sobre nosotros mismos y la persona que amamos, saber qué queremos o qué podemos aportar en nuestro matrimonio. Nos permite navegar mejor a través de las diferencias, aumentar la empatía y conectarnos mejor como pareja
Un buen comienzo es buscar conversar con tu pareja sobre el tema y recuperar el diálogo si se ha perdido. Encuentren un lugar cómodo y lejos de distracciones. Tómense una hora para una cita, preparen un rico té o café y concéntrense en destinar unos minutos para aprender el uno del otro y su relación.
Háganse preguntas, cuenten historias y escuchen lo que el otro tiene para decir. Evalúen los comportamientos que hayan visto en el pasado o las creencias que les transmitieron con respecto a las relaciones. Esto puede explicarse en cosas que sus padres decían o hacían.
Conversen sobre lo que sus familias valoraban cuando eran niños. Es posible que estas cosas no hayan sido comunicadas abiertamente, pero se pueden encontrar indicios como por ejemplo si siempre comían juntos, si tenían una noche de juegos a la semana o disponían de mucho tiempo independiente para estar solos.
Cada uno puede hacer una evaluación personal sobre su familia y la de su prometido o cónyuge determinando en cada factor familiar si el grado es bajo, medio o alto y luego, comparar sus respuestas para ponerlas en común.
No se trata de buscar el mejor o peor modo de hacer las cosas. Al final las familias hacen lo mejor que pueden de acuerdo a sus circunstancias. Se trata de hablar sobre alguno de esos factores en los que haya diferencias para sacarle provecho y pensar si es un aspecto desafiante para su matrimonio o plan familiar actual o futuro.
Cercanía emocional: el grado en que los miembros de la familia expresan cercanía entre sí, se ayudan y se apoyan mutuamente.
Expresividad: la medida en que se alienta a los miembros de la familia a expresar sus opciones y sentimientos de manera abierta.
Conflicto: la manera en que el conflicto se trata directamente y los miembros de la familia pueden expresar abiertamente su enojo.
Independencia: la medida en que se alienta a los miembros de la familia a tomar sus propias decisiones y resolver sus propios problemas.
Logros: el modo en que la familia alienta a los demás a orientarse hacia el logro y/o ser competitivos con respecto a la escuela, los deportes y las carreras profesionales.
Cultura: la forma en que la familia se preocupa o participa en asuntos sociales, educativos, intelectuales y culturales.
Recreación: la cantidad de énfasis que la familia pone en varios tipos de deportes y actividades recreativas o tiempo libre.
Moral: la medida en que la familia da prioridad a las prácticas religiosas y a la formación en los valores morales.
Organización: la importancia que se le da a cosas como la planificación de las actividades, las reuniones familiares, las finanzas, los límites y responsabilidades dentro de la familia.
Control: la manera en cómo se ejerce el poder y la autoridad en la familia. Por ejemplo, si los padres estaban claramente a cargo, ¿ejercieron la autoridad de manera firme, amorosa, rígida, o a veces autoritaria?
Luego de esta evaluación vale la pena preguntarse juntos: ¿Crees que alguna de las distintas respuestas anteriores serán o son un desafío para tu matrimonio? ¿Cuál de los diez factores crees que tu propia familia de origen logró manejar de manera exitosa? Y de esos, ¿cuáles representan las mayores fortalezas de tu propia familia de origen?
Muchas parejas de recién casados deciden hacer algunas cosas de manera diferente a como lo hacían en sus propias familias de origen. De los diez factores, ¿cuáles harían de manera diferente? ¿Por qué? ¿Qué es lo que más admiras de la familia de origen de tu futuro cónyuge? ¿Hay algo que admiras de tu familia que no esté incluido en estos diez factores?