Desde el 6 de agosto de 2021, Italia y también el Vaticano han adoptado el pase sanitario. En el estado más pequeño del mundo, ahora se requiere un salvoconducto para tener acceso a los Museos Vaticanos.
Conocido en la península italiana como el "Pase Verde", sin embargo, esta restricción no se aplica al acceso a iglesias y misas y, por lo tanto, a la Basílica de San Pedro en Roma.
El Green Pass o "Pase Verde" se otorga a personas que han completado la pauta de vacunación, que han pasado la enfermedad; o que han realizado tests que demuestren que no son portadores del COVID-19. Su obligación en lugares públicos está siendo estudiada y cuestionada en varios países.
"El Papa ahora tiene un pase de salud", dijo una fuente del Vaticano a I.MEDIA. Según ella, incluso estaría "muy orgulloso" porque "no lo considera en absoluto una violación de su libertad sino un signo de responsabilidad y civismo". La Santa Sede aún no ha publicado esta información.
Desde el inicio de la crisis de salud, el Papa Francisco siempre ha pedido el cumplimiento de los estándares establecidos por el gobierno italiano.
En mayo de 2020, intervino para exigir "obediencia" a los obispos italianos cuando estaban impacientes por ver las iglesias aún cerradas.
En las columnas de Vatican News, el portal oficial de la Santa Sede, el doctor Aldo Bova, representante de una asociación de médicos laicos, subrayó la utilidad del salvoconducto sanitario establecido por el gobierno italiano en la lucha contra la pandemia. También elogió el espíritu de "solidaridad inteligente" defendido por el Papa Francisco.