El equipo de evaluación de Moneyval reconoce los esfuerzos de las autoridades de la Santa Sede y de la Ciudad del Vaticano y les solicita que refuercen aún más las medidas de lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.
Además, indica que existe la posibilidad de irregularidades por parte de “figuras internas de nivel medio y alto”.
Moneyval, el órgano de control del Consejo de Europa, en un informe de 277 páginas publicado este miércoles, 9 de junio, en Estrasburgo, afirma que la “eficacia del sistema es considerado moderado”.
La Santa Sede, por su parte, afirmó recibir con agrado el Informe Moneyval, publicado hoy, y remarcó el estímulo para continuar el camino emprendido.
La Oficina de Prensa de la Santa Sede informó que "con el reconocimiento de la eficacia de las medidas adoptadas por todos los organismos interesados en la lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, las Autoridades de la Santa Sede aseguran su compromiso de continuar por el camino del pleno cumplimiento de los mejores parámetros internacionales".
Para ello, - agregan- evaluarán cuidadosamente las recomendaciones contenidas en el Informe.
El informe habla de riesgos que provienen desde el interno del sistema, dentro de la jurisdicción, a la luz de casos significativos. La Santa Sede no tiene suficiente personal, es decir fiscales expertos, especializados en crímenes financieros.
Un problema que involucra el sistema de prevención y riesgo que podría activar preventivamente una alarma como en el caso de lo ocurrido en la Secretaría de Estado por la compra del edificio de Sloane Avenue en Londres.
De hecho, en varios ámbitos, la comprensión del riesgo es amplia y precisa. Sin embargo, -se lee en la nota explicativa- los casos nacionales que han hecho saltar las alarmas sobre presuntas actividades de abuso del sistema por parte de personas de nivel medio y alto con cargos institucionales dentro del mismo (insiders), para obtener beneficios personales o de otro tipo, no han sido abordados como parte de la evaluación nacional de riesgos.
Moneyval constata que las investigaciones “sobre blanqueo de capitales en el periodo analizado (hasta octubre de 2020) se prolongaron, en parte por la tardanza en las respuestas de las contrapartes extranjeras a las solicitudes de asistencia y en parte por la insuficiencia de recursos tanto de la judicatura investigadora como de las fuerzas de seguridad, donde se constató la insuficiente especialización de los investigadores financieros”.
En consecuencia, indica el informe “los resultados de los procesamientos han sido modestos, con sólo dos condenas por autoblanqueo. Los recientes avances destacados en el informe en este ámbito son alentadores”.
Subraya igualmente la importancia concedida al decomiso de los fondos como objetivo político, como ilustra la adopción en 2018 de un sólido marco de decomiso no basado en la condena, que se utilizó posteriormente en el contexto de un caso de gran repercusión, indica Moneyval.
“A pesar de que las autoridades competentes están rastreando e incautando efectivamente las ganancias, existe una brecha significativa entre las cantidades incautadas y las confiscadas”.
“La Santa Sede (incluido el Estado de la Ciudad del Vaticano) dispone de un mecanismo interno para aplicar las sanciones de la ONU sin demoras indebidas. Sin embargo, persisten los retrasos en la transposición de estas disposiciones y designaciones a la legislación nacional”.