Venezuela, Nicaragua y Cuba violan la libertad religiosa, mientras que Chile, Guatemala, Haití, Honduras y México están “bajo observación”, de acuerdo con el último informe sobre libertad religiosa de Ayuda la Iglesia Necesitada (ACN), publicado esta semana.
América Latina y el Caribe están formadas por 33 países con una población estimada en 657 millones de personas y un promedio de edad de 31 años. Son naciones que comparten una herencia cultural y religiosa muy similar, donde aun cerca de 60 por ciento de sus pobladores se identifican con el catolicismo.
Dentro de las tendencias globales señaladas por ACN, en el continente americano no existe ningún país que abiertamente persiga la religión, lleve a cabo crímenes constantes de odio o se produzcan en él episodios de violencia basados en motivos religiosos.
Dentro de los tres países señalados en el renglón de violación a la libertad religiosa, solamente Cuba ha visto que, desde 2018, se han incrementado la discriminación, los eventuales crímenes de odio y la violencia motivada por temas religiosos, aunque de forma moderada.
Cuba no está dentro de los países que mayormente violan la libertad religiosa según ACN. La isla caribeña, en la que acaba de terminar –al menos nominalmente—el gobierno liderado por Fidel y Raúl Castro—es señalada por el informe con un aumento del autoritarismo gubernamental en materia de intolerancia religiosa.
Mientras tanto en Nicaragua y Venezuela, ACN contempla que desde 2018 a la fecha ha habido una tendencia decreciente del autoritarismo gubernamental frente a este derecho humano universal, sin dejar de existir en estos dos países una situación grave en la materia.
Según ACN existen al menos cinco países “bajo observación” en el continente latinoamericana y en el Caribe, donde se concentra poco más de 40 por ciento de la población católica del planeta.
Estos cinco países son Chile, Guatemala, Honduras, Haití y México; países en los que ACN ve factores emergentes de preocupación que, potencialmente, tienen la capacidad de violar la libertad religiosa, tales como medidas legales que violen algunos aspectos de este derecho humano, incremento de casos de crímenes de odio y violencia ocasional de violencia basada en motivos religiosos.
“La predominancia cristiana en América Latina y el Caribe –se puede leer en el informe de ACN—no es ninguna garantía de que la libertad religiosa sea respetada (…) Los mayoría cristiana, sin embargo, sigue siendo el grupo de fe más afectado por los crímenes de odio en forma de ataques a líderes religiosos, lugares de culto, cementerios, monumentos e imágenes religiosas”.
En este sentido, los países puestos “bajo observación” desde 2018 por ACN, deberían tomar la experiencia de seis naciones: Costa Rica, Colombia, Chile, Jamaica, Honduras y Brasil.
Según este informe el derecho a la libertad religiosa ha recibido protección adicional y el reconocimiento de la importancia de la fe en tiempos de crisis, sobre todo durante la pandemia de la covid-19.
