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Talara, una ciudad ubicada en el departamento de Piura (Perú) se convirtió en noticia recientemente por una tragedia vinculada al coronavirus. En ese lugar, el pasado viernes se informó de la muerte de decenas de personas por falta de oxígeno medicinal. Sucedió en hospitales gestionados por el seguro social EsSalud y el Ministerio de Salud (Minsa).
En primera instancia el propio alcalde de Talara, José Vitonera, había informado en diálogo con RPP -cuando había trascendido hasta ese momento que eran 15 las víctimas, número que creció y llegó a ubicarse en 28- que si bien el hospital de EsSalud cuenta con un isotanque para almacenar oxígeno, a crisis del coronavirus todo lo aumentó.
Fue así que el incremento de casos de COVID-19 generó la necesidad de acudir a una empresa privada –a 45 minutos de la zona- para el suministro de oxígeno medicinal.
La situación, por demás compleja, generó demoras y el desenlace ya conocido debido a que varias personas se quedaron sin recibir oxígeno. También se hizo referencia a las fallas en el cambio del sistema de oxigenación. Todos aspectos que han generado rápida conmoción y hasta pedidos de investigación por parte de los familiares de las víctimas.
En las últimas horas, quien también se pronunció fue el propio presidente de Perú, Francisco Sagasti, quien calificó lo ocurrido como (ver nota de El Comercio) "tragedia" y que se buscará a los responsables.
“Es una tragedia realmente irreparable e inexcusable. En ese sentido, lo que se está haciendo en primer lugar como se ha planteado es encontrar quien es el responsable de una situación tan crítica como esta. En segundo lugar, responder lo más rápido posible que se está enviando balones de oxígeno, una planta de oxígeno a Talara con los técnicos para instalarlas”, indicó.
“¡Nadie debería perder la vida por falta de oxígeno medicinal!”. Así se tituló el pronunciamiento que brindó el propio arzobispo de Piura, monseñor José Antonio Eguren Anselmi, ante los hechos que derivaron en las muertes de pacientes.
Y también ofreció la siguiente exhortación a proveedores de oxígeno: “A que cumplan con el permanente y adecuado abastecimiento de los isotanques y balones de oxígeno, conforme a los contratos suscritos con las entidades de salud. Por informaciones recibidas, sé que el suministro de oxígeno siempre está al filo del desabastecimiento. Ello es inaceptable. Lo ocurrido ayer (viernes) en Talara podría lamentablemente suceder también en cualquier otra Provincia de nuestra Región. ¡Nadie debería perder la vida por falta de oxígeno medicinal!“.
Lo acontecido en Talara ha generado dolor y forma parte de una de las caras más oscuras de la crisis del coronavirus en América Latina, la falta de recursos e insumos para ofrecer a los pacientes una pronta recuperación.
No obstante, a pesar de las carencias, en el caso de Perú hubo una campaña firme de la Iglesia, junto a otras instituciones, para que la gente no muera por falta de oxígeno. Respira Perú es el nombre de una campaña que ya ha tenido resultados positivos tal cual se ha informado en Aleteia en varias ocasiones.
De manera paralela, la labor de muchas personas que también, con iniciativas propias, han estado trabajando para evitar estos desenlaces.
También sacerdotes que han estado trabajando para llevar oxígeno a las casas o campañas como la de Iquitos con el padre Miguel Fuertes Prieto y el logro de una planta de oxígeno para la zona de la Amazonía. Historias que pudiste conocer en Aleteia.