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Así llegó la Virgen María a uno de los lugares más pobres de España

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Javier González García - publicado el 21/01/21
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La Fundación Madrina realiza una labor excepcional en la Cañada Real de MadridSe espera mucho del año 2021. Después de lo que ha vivido nuestro mundo en 2020 con la pandemia, todos deseamos que este año sea mejor. Pero al menos en España, hemos comenzado el año con una ‘Gran Nevada’ histórica que nos ha pillado a todos por sorpresa. Ha dejado paisajes, fotos y momentos preciosos… pero también ha creado muchos problemas para los más vulnerables.


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Eso es lo que le ha ocurrido a los habitantes de la zona de la Cañada Real en Madrid, uno de los lugares más pobres de España. La situación lleva mucho tiempo siendo difícil en este lugar, pero la pandemia ha creado una situación muy urgente de necesidad. Y la nieve, el frío, la falta de alimentos, de ropa de abrigo o de calefacción lo dificulta todo.

Por eso la Fundación Madrina se ha volcado con este lugar. En marzo de 2020, con la llegada del coronavirus a España, reciben un SOS desde la Cañada Real. Conrado Giménez es el presidente de la organización y asegura que en este lugar hay personas que viven con “200 euros al mes y además tiene que pagar taxistas para que les lleven alimentos”.

Las colas del hambre

En la Cañada Real se vive una “dramática pobreza energética”, explica Conrado. Y en Madrina son unos “locos que llevamos dando alimentos durante 20 años”. Así que cuando reciben esa llamada de emergencia no dudan en acudir a ayudar a los necesitados.

“El primer mes de la pandemia solo dábamos comida nosotros”. Y lo hacían a “colas kilométricas” que han bautizado con el sobrenombre de las ‘colas del hambre’. “Ha habido mucho silencio. Y no se habla de las colas del hambre y de la gente sin techo” en una situación muy difícil para todos.

Por eso, después de ayudar en lo que podían a las personas de la Cañada Real durante meses, cuando llega la nieve, reaccionan a tiempo. En este lugar, pobre de por sí, abandonado por prejuicios y dejadez, se quedan sin luz en la nevada más grande de los últimos tiempos en España.

“Hemos entregado juguetes, comida diaria, leche maternizada y no hemos dejado de estar ahí. Desde el viernes que empezaron a mandarnos SOS: que no llegaban las ambulancias, que había nacido ahí un bebé sin asistencia y que nadie les ayuda a quitar la nieve”.

De hecho, Madrina ha pedido al Ayuntamiento que les done la leña de los árboles destruidos por el temporal para que en la Cañada Real puedan calentarse aunque sea con hogueras.

Dramas todos los días

No somos conscientes de la necesidad que va a generar esta crisis sanitaria en todo el mundo. Pero tampoco sabemos todavía el alcance que ya ha tenido en nuestros vecinos del mismo país, de la misma ciudad. En la Cañada Real se viven dramas todos los días.

“Por ejemplo el de un hombre con problemas de ictus y que no se puede mover. Fuimos con voluntarios el domingo, le limpiamos la nieve, le entregamos comida, mantas… Hemos ido todos los días entregando mantas, sacos de dormir, leña, estufas y bombonas de butano. Están sin electricidad desde agosto”.

Uno de los problemas de la Cañada Real son los prejuicios que existen sobre este lugar. Proliferan las drogas y la delincuencia y unos pocos influyen a muchos. “Unos cuantos actúan en determinados sectores, pero hay casas donde hay gente española malviviendo. La mayoría quieren trabajar”.

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Fundacion Madrina

La Virgen en la Cañada Real

Acompañamiento, comida, mantas, cariño, regalos de Reyes Magos… la Fundación Madrina aporta todo esto en la Cañada Real. Pero también lo más importante:

“Siempre llevo la Virgen de Schoenstatt. Yo siempre pongo la Virgen ahí, en esta ocasión por ejemplo en la nieve y nos ponemos a rezar, rezamos el ‘Padrenuestro’ todos juntos. Ayer lo hicimos en casa de una de las personas que está sola y consagramos su casa a María. El hombre estaba feliz de tener a su Virgen ahí. La Virgen de Schoenstatt está coronando toda la Cañada Real”.

“¿Quién quiere bautizar a los niños?” preguntó Conrado. “Y me decían mis dos hijos ‘yo quiero’, y son los primeros que se van a bautizar en la Cañada Real”. La labor que realiza la fundación es humanitaria, pero también evangelizadora.

En toda España

Madrina trabaja en toda España apoyando a madres y niños con comida y diferentes necesidades.

“El mayor fruto que ha habido es que hemos conseguido que mil bebés no se aborten. Hemos estado apoyando a todas las embarazadas de ahí: hemos hecho mil ecografías. En la Cañada hay mucha madre adolescente que necesita apoyo. Vamos a hacer 800 bautizos en la parroquia, bodas y comuniones para personas con dificultades”

Y Conrado me despide con una frase que sin duda resume el porqué y el sentido de la labor de la Fundación Madrina:

“Cada niño que nace es un mensaje y es que Dios no ha perdido la esperanza en el hombre”.

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