Los seres humanos deseamos una vida sin límites pero la realidad de la muerte nos cuestiona. Nos preguntamos por el más allá: qué nos espera en él y dónde están los que ya han fallecido.
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Jesus de Nazaret nos aseguró que Dios, que es amor, nos espera después de vivir en este mundo para disfrutar de su presencia para siempre.
Habló -y de hecho nos consiguió- una manera distinta de vivir, una felicidad sin límites. El Apocalipsis lo explica así:
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En referencia al más allá, Jesús también habló de la necesidad de purificación para llegar a ver a Dios -lo que la Iglesia llama hoy purgatorio- y del infierno, el destino eterno de quienes libremente rechazan el amor.
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Desde los inicios de la Iglesia, los cristianos han celebrado la muerte como el paso a la vida perpetua. Y han confiado su futuro a la misericordia de Dios. ¿Quieres hacerlo tú?
Esto es lo que los santos nos animan a esperar: