Celebraciones cargadas de tradición que se han visto afectadas por la pandemia Ya casi llega el mes de octubre, el famoso mes morado en Perú gracias a la procesión del Señor de los Milagros. Sin embargo, una fiesta que podría tener, como es habitual, a miles de devotos, en 2020, por la pandemia del coronavirus no tendrá su habitual recorrido.
Así lo confirmó el arzobispo de Lima, monseñor Carlos Castillo, quien argumentó que la decisión se debe a que se busca prevenir más contagios por coronavirus (en Perú la pandemia ha dejado hasta el momento más de 30.000 fallecidos).
Como alternativa se prevé la realización de actividades virtuales para que los fieles del Cristo Moreno no dejen de honrarlo.
“Este año debería haber sido la 333 procesión del Señor de los Milagros, pero no vamos a poder cargar el anda. Por eso, superando nuestras dificultades, nuestros pecados, vamos a seguir las actividades virtuales que se han programado“, expresó Castillo, reproducen medios como RPP.
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Golpe a la piedad popular
Pero no solo el tradicional festejo en honor al Cristo de Pachacamilla ha tenido que reinventarse en tempos de pandemia. Pues Perú, al igual que muchos países de América Latina, está cargado de religiosidad popular que se manifiesta en multitudes y aglomeraciones.
Algo similar sucede con la peregrinación hacia el Señor Cautivo de Ayabaca, costumbre religiosa que tiene más de 200 años en la región de Piura.
Entre los meses de septiembre y octubre esta zona recibe a muchos turistas y devotos para llevar una gigantesca cruz, momento también cargado de instancias de baile y cánticos religiosos, recuerda una nota de El Comercio sobre celebraciones en Perú que tuvieron que cambiar por la pandemia.
Por último, el recuerdo de otra famosa tradición andina: la peregrinación hacia el santuario el Señor de Qoyllur Riti, que se caracteriza por mezclar la religiosidad del lugar con las cristianas.
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