“No podemos devolverles el tiempo arrebatado para evitar el dolor y las humillaciones que les causamos a todos los secuestrados”, dijeron exguerrilleros al reconocer por primera vez de manera pública el daño causado durante décadas.En una carta pública, varios exmiembros del grupo guerrillero de las FARC reconocieron por primera vez los secuestros cometidos durante décadas y pidieron perdón porque estos crímenes solo dejaron “una profunda herida en el alma de los afectados”.
“Hoy, después de haber silenciado para siempre nuestros fusiles; en el sosiego de la vida civil que nos ha permitido la reflexión profunda sobre la guerra en la que participamos y fuimos protagonistas por más de 50 años, queremos decirles que el secuestro fue un gravísimo error del que no podemos sino arrepentirnos“, dijeron en su misiva los hoy integrantes del Partido Farc, que firmaron la paz con el gobierno colombiano en el año 2017.
El secuestro fue una práctica de la que no podemos sino arrepentirnos, sabemos que no hay razón, ni justificación para arrebatarle la libertad a ninguna persona.
Reiteramos nuestro compromiso para rendir cuentas ante la justicia. pic.twitter.com/CxdJ99crzj
— COMUNES 🌹 (@ComunesCoL) September 14, 2020
La comunicación fue motivada por un reciente testimonio de la excandidata presidencial de Colombia Ingrid Betancourt, quien estuvo más de siete años secuestrada por este grupo guerrillero y se pronunció después de un largo silencio. En su charla con el sacerdote jesuita Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, Betancourt relató con crudeza lo que vivió entre el 2002 y el 2008 y dijo que durante el secuestro una persona “muere lentamente” y “hay descuartizamiento de la identidad y una anulación del ser humano”.
Este duro testimonio impulsó a los miembros del Partido FARC a pronunciarse, como lo confirmó su presidente, Rodrigo Londoño, alias ´Timochenko´, a La W Radio. “A veces se alinean los planetas. Esta vez estábamos todos los que hacíamos parte del Secretariado y casualmente vimos el testimonio de Ingrid Betancourt. Me da mucha pena lo que escuché”, dijo el exguerrillero a la estación radial.
Durante años, colombianos, dirigentes políticos, líderes sociales y representantes de la comunidad internacional habían cuestionado a esta guerrilla por negarse a admitir la práctica del secuestro, que se convirtió en fuente de financiación y sistema de presión política. Hasta este momento lo llamaban retención forzada.
Sobre el tema, una de miles de víctimas de secuestro en Colombia, el representante a la Cámara Jaime Lozada, quien sufrió este crimen con su mamá y un hermano y cuyo padre fue asesinado por la guerrilla, dijo que este es un avance hacia la consolidación de la verdad y pidió que esta verdad sea total: “No pueden ocultar el narcotráfico, el reclutamiento forzado y los abortos”.
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“Vivieron un infierno”
Ante este hecho, el sacerdote Francisco de Roux, quien ha liderado el proceso de esclarecimiento de la verdad, escribió en sus redes sociales:
“FARC pide perdón público a todos los secuestrados y sus familias por el infierno de dolor causado. Reconocen que, al hacerlo, ellos hirieron a muerte su propia dignidad. Dan paso hacia la paz basada en la verdad, que merece ser acogido por quienes creemos que si es posible”.
Por su parte, monseñor Juan Carlos Barreto dijo a Aleteia que debemos valorar que lo hayan aceptado públicamente y a la vez invitó a que procedan de igual forma otros hechos como el reclutamiento forzado de menores.
“Es importante que lo hayan dicho, no tendrían argumentos para desmentir algo tan claro que vio todo el país. A la vez es importante que lo hagan con temas como el reclutamiento de menores y otras afectaciones que ellos causaron al Derecho Internacional Humanitario”, reiteró el prelado de la diócesis Quibdó-Tadó.
Rodrigo Londoño, quien había negado repetidamente que hubiesen cometido este crimen, admitió en la entrevista radial que conoce “casos de abusos sexuales, aborto forzado y reclutamiento de menores en la extinta guerrilla de las FARC”. Sin embargo, precisó que “esas conductas no hacían parte de una política de la organización guerrillera”.
Además de reconocer los crímenes, los exguerrilleros pidieron perdón a sus víctimas y sus familiares por lo que califican de “un gravísimo error del cual no podemos sino arrepentirnos”.
De los familiares reconocen que “vivieron un infierno esperando tener noticias de sus seres queridos, imaginando si estarían sanos y en qué condiciones estarían siendo sometidos a seguir con vida” y se refirieron a Andrés Felipe Pérez, un niño que les suplicó liberaran a su padre y murió esperándolo pues padecía una enfermedad terminal.
La crueldad de la guerra: historia del niño que murió esperando que las FARC liberaran a su padre https://t.co/cfygQUfZrm
— Noticias Caracol (@NoticiasCaracol) September 15, 2020
“Les arrebatamos lo más preciado: su libertad y su dignidad. Podemos imaginar el dolor profundo y la angustia de los hijos e hijas de tantos secuestrados por las FARC”, agrega la misiva que hicieron pública en la noche del lunes 15 de septiembre y que ha despertado muchas reacciones en Colombia, así como ha revivido recuerdos y sufrimientos en quienes padecieron por el secuestro.
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