“Dios me acompaña todas las noches, por eso no tengo miedo", confiesa en diálogo con Aleteia este hombre encapuchado que se transformó en símbolo en medio de la pandemia del coronavirus
Desde hace dos meses todas las noches Batman recorre las céntricas calles de Santiago de Chile repartiendo un plato de comida caliente a muchísimas personas que viven en situación de calle desde que la COVID-19 irrumpió en el país.
“Me di cuenta que desde el inicio de la crisis sanitaria la cantidad de personas ha ido aumentando cada vez más. En el sector de La Vega (centro de abastecimiento) ya no son solo 2 o 3 carpas o tiendas para acampar, sino que ahora hay más de 10 donde y que se transforman en verdaderos campamentos”, comenta a Aleteia el superhéroe de comics.
“Batman Solidario”, como los medios de comunicación lo llamaron en Chile, relata que él de alguna manera siempre ha estado vinculado y ha conocido la situación de las personas vulnerables.
“Pero ahora uno aprecia que la situación es crítica, porque te encuentras con gente que nunca ha pasado por esto, y yo lo veo por el desplante y de la forma en que te hablan” explica.
Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia. Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.
20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).
Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.