Nacido y educado en un entorno católico, su papel de Abrahams en “Carros de fuego” es un modelo para reflexionar sobre nuestro propósito en la vida. También interpretó al Padre Rufino en “Los clandestinos de Asís”Luchador, orgulloso, arrogante pero capaz de rendirse al amor… Ese es el Harold Abrahams que nos deja Ben Cross, uno de los papeles magistrales del cine de la segunda mitad del siglo XX.
El actor falleció ayer a la edad de 72 años en Viena (Austria).
Hijo de una familia católica
El que interpretara al joven estudiante judío que bate el récord de las 12 campanadas en el Caius College de Cambridge y representa al Reino Unido en los Juegos Olímpicos de París en 1924, nació en Londres en 1947 en el seno de una familia católica de clase trabajadora.
La madre de Cross se ganaba la vida como mujer de la limpieza mientras que su padre era portero de una casa. Para ambos la educación y los estudios de su hijo eran un aspecto primordial, por lo que se interesaron en llevar al pequeño Ben a la escuela moderna secundaria del obispo Thomas Grant en Streatham, al sur de Londres.
De carpintero a actor
La carrera profesional de Cross no comenzó como artista. Hubo de lograr algunos ahorros para que esto fuera posible. Primero trabajó como carpintero, limpió ventanas y fue camarero. En la sede de la Welsh National Opera (la Ópera Nacional de Gales), en Cardiff, fue maestro carpintero y posteriormente en el Teatro Alexandra de Birmingham.
En 1970, todo comenzó a orientarse hacia la interpretación: Ben Cross tenía 22 años y fue aceptado en la Real Academia de Arte Dramático de Londres (RADA).
Dio sus primeros pasos en el arte clásico y en 1977 pasó a forma parte de la célebre Royal Shakespeare Company. Pero pronto decidió ser actor cinematográfico y tuvo su oportunidad, que con el tiempo lo convertiría en un actor memorable.
Además de su excelente papel de Abrahams en “Carros de Fuego” (1981), Ben Cross será también recordado por sus interpretaciones en películas como la versión de “Star Trek” de 2009, en la que era el embajador Sarek, o “El primer caballero”, en la que era el príncipe Malagant.
El Padre Rufino en “Los clandestinos de Asís”
Otro papel memorable es el del Padre Rufino en “Los Clandestinos de Asís” (The Assissi Underground), una trepidante historia de nazis situada en un monasterio y que fue un éxito en 1985. Rememoraba la acción real de la Iglesia Católica -y concretamente de los vecinos de la población de Asís- en dar refugio a los judíos italianos que habían sido capturados por los nazis en 1943.
En 1983 encarnó al Doctor Andrew Manson en “La ciudadela”, adaptación al cine de la famosa novela de Cronin.
También fue Rudolf Hess en una serie que en 2006 la BBC dedicó a Núremberg y la II Guerra Mundial e interpretó al Capitán Nemo en la versión del clásico de Julio Verne “20.000 leguas de viaje submarino”.
Hacia la Nueva Jerusalén
Va por él hoy una oración para que haya llegado a la meta principal:
El canto “Jerusalem” tal como se interpreta en el ya clásico “Chariots of fire” de Hugh Hudson.