La farmacéutica AstraZeneca, que está desarrollando una de las vacunas más prometedoras contra el coronavirus, firmó esta semana un acuerdo con la Fundación del empresario mexicano Carlos Slim, para que Argentina y México produzcan la vacuna y se distribuya, sin ningún tipo de beneficio económico, para América Latina.
El proyecto de AstraZeneca está en combinación con la Universidad de Oxford y la vacuna contra la COVID-19, AZD1222 se distribuirá en toda América Latina –excepto en Brasil que ya firmó un acuerdo previo con la farmacéutica– a un precio de entre tres y cuatro dólares por dosis, gracias al financiamiento de la Fundación Carlos Slim.
El acuerdo prevé distribuir 150 millones de dosis el primer trimestre de 2021 y contempla la posibilidad de movilizar, el próximo año, hasta 250 millones de dosis, desde luego, siempre y cuando los ensayos clínicos que se desarrollarán en su fase final los meses de otoño de este 2020, resulten exitosos.
Preocupados y ocupados
La Fundación Carlos Slim –al dar a conocer en un comunicado su participación en este acuerdo- señaló:
“Estamos preocupados por colaborar en combatir esta inédita pandemia que tiene gran impacto en la salud, la economía y el empleo, con consecuencias en las personas y sus familias (…) consecuentemente, nos sumamos al esfuerzo para su producción en México y Argentina con el fin de iniciar el suministro en América Latina”.
Por su parte, Carlos Slim Domit, hijo del empresario Carlos Slim Helú, dijo en conferencia de prensa, que el acuerdo firmado entre Fundación Carlos Slim y AzreaZeneca hará que la vacuna –si demuestra su efectividad en las últimas fases de prueba— podría llegar a México y a América Latina un año antes de lo esperado.
Según el hijo del empresario mexicano, la Fundación Carlos Slim participará con la disponibilidad de los recursos en complemento de los gobiernos de los países latinoamericanos, para iniciar el proceso de producción de 150 millones de dosis, con la posibilidad de llegar a 250 millones, “sin fines de lucro y sin beneficio económico”.
La sustancia activa de la vacuna se fabricará en Argentina, donde el laboratorio tiene muchos años de estancia ahí, según lo dijo el presidente del país del sur, Alberto Fernández; mientras que en México serán los laboratorios Liomont los que complementarán el proceso de estabilización, fabricación y envasado para ser distribuido desde México a toda Latinoamérica.
Por su parte, Arturo Elías Ayub, vocero de Carlos Slim, le aseguró a la agencia AFP -reproduce un informe de BBC Mundo– que la principal motivación de Slim para participar de este ambicioso proyecto es “salvar vidas”, además de todos los aspectos vinculados a la salud y la reactivación económica.
Precisamente, esto fue el llamado que hizo el propio papa Francisco en febrero de 2020 cuando afirmó que “las 50 personas más ricas del mundo podrían salvar millones de vidas cada año”. Estas declaraciones del Papa se habían realizado en el marco del encuentro Nuevas formas de fraternidad solidaria, inclusión, integración e innovación” desarrollado en el Vaticano.
Una Fundación con sentido humano
Cabe resaltar que la Fundación Carlos Slim ha donado, durante esta pandemia, equipos médicos, pruebas y ha apoyado al personal de salud que se encuentra en primera línea de atención a los enfermos del coronavirus. Además, ha ampliado la capacidad hospitalaria en el Centro Banamex, un enorme centro de convenciones adaptado como hospital-COVID, lugar donde se han atendido cerca de dos mil pacientes con un índice de mortalidad del uno por ciento.
Los resultados de la fase tres de la vacuna desarrollada por AstraZeneca se tienen previstos para el mes de noviembre de este año. Una vez terminadas las pruebas, se espera tener la aprobación de las autoridades regulatorias y de inmediato –si se aprueba la vacuna—iniciar su producción en masa.
La Fundación Carlos Slim –un ingeniero de ascendencia libanesa, que estudió en la Universidad Nacional Autónoma de México y ha llegado a ser uno de los hombres más ricos del mundo—nace en 1986 con el propósito de “contribuir al desarrollo de capital humano a través de programas de alto impacto y cobertura” en México.
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Es una Fundación esencial en el campo de la educación, la salud, la medicina genómica, el mejoramiento de la agricultura, el medio ambiente, el apoyo a comunidades de origen latino en Estados Unidos y en otros proyectos, como la construcción de la Plaza Mariana, proyecto arquitectónica que amplía el atrio de la Basílica de Guadalupe en Ciudad de México y las inmediaciones de este centro mundial de peregrinaciones.
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