Aspiraba a ser la primera mujer candidata y presidenta de Estados Unidos. Ahora será la primera candidata a la vicepresidencia
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El paso que dio el candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Joe Biden, al nombrar a la primera mujer afroamericana a la vicepresidencia de Estados Unidos, Kamala Harris, tiene muchas aristas. Es una apuesta arriesgada. Y, quizá, también la única que podía hacer frente a un jugador tan poderoso como lo es su rival en las próximas elecciones de noviembre: Donald J. Trump.
De 55 años de edad, la senadora por California y exrival en la carrera por la nominación presidencial del Partido Demócrata de Joe Biden es el prototipo del “american dream”. Hija de inmigrantes de Jamaica y la India, Harris fue la primera mujer y la primera afroamericana en ser fiscal de California, el Estado más populoso de la Unión Americana.
Durante la campaña interna en el Partido Demócrata solía recordar que su madre le decía que podía ser “la primera de muchas cosas” pero que se asegurara en no ser nunca “la última”. Aspiraba a ser la primera mujer candidata y presidente de Estados Unidos. Ahora será la primera candidata a vicepresidente. Y muchos apuntan –sobre todo por la edad de Biden, 77 años—a que podría ser la candidata idónea a la presidencia en 2024 si en estas elecciones triunfan sobre Trump y su vicepresidente (¿Mike Pence?).
Kamala Harris llegó al senado en 2017. Convirtiéndose, cómo no, en la primera mujer afroamericana con raíces en el sur de Asia y la segunda senadora afroamericana en la historia de la Cámara Alta estadounidense. Es cercana a Biden (aunque lo atacó duramente en las primarias de los demócratas por su posición en los setenta del siglo pasado sobre políticas racistas) pues conoció al hijo de éste, Beau, quien falleció en 2015 víctima del cáncer.
Nacida en Oakland, California, su padre es un jamaiquino profesor de economía, mientras que su madre, descendiente de tamiles de la India fue investigadora contra el cáncer de mama y activista por los derechos civiles. Tras el divorcio de sus padres, Harris fue criada principalmente por su madre. Ligada estrechamente a su herencia en el sur de Asia, acompañó a su madre en sus visitas a India.
La combinación de Harris –una sonrisa explosiva y su dureza como fiscal en el área de San Francisco y, más tarde, en el Estado de California—venció las resistencias que había al interior de la campaña de Biden para incluirla como compañera de fórmula. Para los demócratas más radicales, Harris es “la policía”, por su dureza como fiscal en California. Para la derecha Republicana, es de izquierda radical.
Kamala se casó en 2014 con Douglas Emhoff, socio en DLA Piper y quien se dedica a la abogacía en la industria mediática y del entretenimiento. Tiene dos hijastros, fruto del matrimonio anterior de Emhoff, y una hermana mayor, Maya, que trabajó con Bill Clinton. Juntas han crecido e incluso Kamala le dio a Maya el puesto de dirección durante su campaña interna.
El anuncio hecho por Biden en su cuenta de tuiter acabó con varias semanas de especulación sobre quién podría ser su compañero o compañera de fórmula para lograr derrotar a Trump. En el anuncio, Biden calificó a Kamala Harris como “una combatiente intrépida a favor de los más débiles y una de las mejores servidoras que tiene este país”.
En medio de la crisis por las protestas en contra del racismo, la designación de Harris hecha por Biden lleva implícito un mensaje contrario a la política de Trump. Kamala se identifica totalmente con su ascendencia afroamericana. “Mi madre siempre entendió muy bien que estaba criando a dos hijas negras”, escribió Harris en su autobiografía The Truths We Hold.
“Sabía que su país de adopción vería a Maya y a mí como niñas negras y estaba decidida a asegurarse que nos convertiríamos en mujeres negras, orgullosas y con confianza en nosotras mismas”.
Sin embargo, donde más podría Harris generar conflicto a la candidatura de Biden es sobre el tema del aborto, dado que Biden se define como católico y Kamala es una firme defensora de los derechos a la llamada salud reproductiva de la mujer. Al iniciar su campaña en California, en mayo de 2019, y tras el anuncio de las leyes anti aborto en estados sureños como Alabama y Georgia, Harris dijo: “La salud reproductiva de las mujeres está siendo atacada y no vamos a permitirlo, vamos a luchar con todo”.
Hoy que ya va en fórmula con Joe Biden, quien una vez en su visita a México llevó flores a la Virgen de Guadalupe, ¿seguirá manteniendo esa postura?
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