“Dejaremos de llorar y nos levantaremos más fuertes y más unidos”, dijo el párroco después de encontrar las Hostias entre los escombros
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El 10 de julio se produjo un gran incendio en la Iglesia Parroquial Niño Jesús en Pandacan, en la capital filipina, Manila. Esta venerada imagen del Niño Jesús, por cierto, tiene 400 años de historia y ahora se ha ido. La iglesia en sí tiene un gran valor histórico, ya que fue construida en 1732 por misioneros franciscanos.
La causa del incendio está siendo investigada. El daño fue muy grande en las paredes, el techo, los bancos y muchos objetos litúrgicos, así como en el gran crucifijo de madera.
Es precisamente el impacto del incendio lo que hace aún más sorprendente el siguiente hecho reportado por el párroco, el p. De Claro:
“Cuando se abrió el copón, la hostia consagrado estaba allí. Este es el mayor milagro. Mientras buscaba la estatua, se encontró la Hostia Consagrada. Esto nos dirigió a Jesús. Comencemos de nuevo y reconstruyamos el marco de nuestra fe. Dejaremos de llorar y nos haremos más fuertes y más unidos”.