María Auxiliadora ha dado esperanza y ayuda a los cristianos a lo largo de los siglos, dirígete a ella en tu necesidad
Virgen María, Madre de Dios,
consciente de mi pobreza espiritual
me arrodillo a tus pies…

Y ante nuestro Padre Dios, que todo lo puede,
te ofrezco mi corazón,
con todos sus sentimientos,
a ti te lo consagro
y quiero que sea siempre tuyo y de tu hijo Jesús.

Acepta esta humilde ofrenda
tú que siempre has sido la auxiliadora de los cristianos.

Oh María, refugio de los que sufren,
consuelo de los tristes,
ten compasión de mí
en esta difícil situación en la que me encuentro.

Reina del cielo,
en tus manos pongo mi necesidad.
Sé que en los casos desesperados
se manifiesta más tu misericordia y tu poder.

Ayúdame en lo que te pido,
si así lo quiere Dios.
Amén.