La niña ejercita junto a su padre en un parque de España. La imagen no generaría ningún asombro un año atrás.
Pero con la llegada y propagación del nuevo coronavirus, las diversas actividades fuera de casa, entre ellas un simple juego en un parque, se han visto totalmente afectadas. Y es ahí donde por muchos meses todos empezaron de hablar de confinamiento, quedarse en casa, realizar actividades a distancia y a través de plataformas tecnológicas.
No obstante, poco a poco, a medida que el tiempo avanza, la flexibilización empieza a ganar terreno en diversas partes del mundo. Y es por eso que aquello que hasta hace poco se veía como rutinario, ahora es considerado como un auténtico tesoro que ha sido “redescubierto”.
Efectivamente, saborear las pequeñas cosas de la vida, alegrarse junto a los hijos. Ir de un lado al otro en medio de un reconfortante contacto con la naturaleza, levantar las manos. Jugar. Solo eso.
Mientras tanto, a seguir las recomendaciones en cada lugar -según disposiciones locales- para que de manera responsable se pueda seguir proyectando el camino hacia la tan mentada “nueva normalidad”.
Hoy celebramos a...
