Observa a tu hijo. 5 señales te indicarán que ya es lo suficientemente mayor para dejarlo en casa sin un cuidador.
Para los padres y madres que trabajan fuera del hogar, el tema de dejar solos a los niños en casa es muy importante. Un informe realizado por la Fundación Mapfre y la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria titulado “Accidentes de la población infantil española”, confirma que el 9,1 % de los menores de 12 años se quedan solos en casa en algún momento y de estos, el 5% tienen menos de cuatro años, un 0,45% del total.
En cuanto a la legislación, pocos países cuentan con una determinada sobre la edad mínima para quedarse solos, sin embargo, si algo ocurre mientras el niño está solo, los tribunales pueden determinar que hubo abandono de menores o maltrato y acusar a los padres.
Para los padres es vital aprender a reconocer cuándo los hijos están lo suficientemente maduros para dejarlos solos en casa. La edad recomendable es entre 10 y 12 años, sin embargo, en muchos casos no depende de la edad física sino de ciertas capacidades que debe tener el niño para poder asumir esta responsabilidad.
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Puede entretenerse solo
Esta es una de las primeras señales a las que debemos prestar atención. Un niño que sabe entretenerse solo y que no necesita la compañía de un adulto para buscar qué hacer, es un niño que puede estar listo para quedarse solo en casa sin inventar actividades de riesgo. Siempre debemos dejar claro que actividades tienen permiso de realizar mientras no estemos con ellos. Si manejamos límites claros, ellos se sentirán más cómodos y más seguros.
Es independiente a la hora de hacer tareas del hogar
Esto se traduce en que puede cuidarse a sí mismo y cuidar de su hogar. Entre las labores que podemos evaluar está:
- prepararse algo sencillo de comer,
- manejar con cuidado los instrumentos de cocina,
- vestirse y asearse solo, etc.
Es importante que un niño que se queda solo en casa tenga las vías de comunicación para comunicarse con sus padres si algo llegase a pasar. También es importante que reconozcan cuando es una emergencia y que sepan llamar a los servicios de emergencia. Puede ser útil también que conozcan a algún vecino al que puedan acudir en caso de no poder comunicarse con sus padres o con un adulto responsable.
Es capaz de reaccionar bien en casos de emergencia
Es importante entrenar a nuestros hijos en cuestiones básicas de emergencias que pudieran suscitar. Qué hacer ante un incendio, un robo o una situación desconocida, les otorga seguridad y también nos da a los padres un sentido de tranquilidad. También es útil que nuestros hijos realicen un curso de primeros auxiliosen caso de que tengan que cuidar a otros o si se quedan solos con amigos.

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No tiene miedo
Quizás la señal más importante sea que tu hijo es estable emocionalmente y no tiene temor de quedarse solo. Para poder quedarse solos nuestros hijos deben sentirse tranquilos y sin temor. Si nuestro hijo aún no está listo emocionalmente para asumir esta responsabilidad, es mejor que se busque otra solución, hasta que se sienta seguro.
Si reconocemos que nuestros hijos pueden estar ya listos para esta responsabilidad, debemos hacerlo poco a poco. Es bueno realizar pruebas de corto tiempo en las que vemos cómo reaccionan. También es importante presentarle situaciones hipotéticas para saber cómo reaccionarían ante ciertas eventualidades. Todo esto forma parte del entrenamiento que debemos dar los padres.
Es importante hablar mucho con ellos, saber cómo están utilizando el tiempo y tener una red de apoyo que nos permita siempre estar vigilantes. Muchas veces los peligros a los que se enfrentan los niños cuando están solos en casa no son físicos, pueden ser peligros ocultos como actividades inseguras en línea, o comunicación con desconocidos. La única manera de prevenir es siempre conocer en qué andan nuestros hijos: así estén solos en casa o encerrados en su habitación.