Promueve pseudoterapias y medicina alternativa. Los profesionales sanitarios advierten contra ella
Esta semana se ha estrenado en Netflix “Goop Lab con Gwyneth Paltrow”, una nueva serie documental sobre extraños métodos para el bienestar. Quien la dirige, la actriz Gwyneth Paltrow se ha convertido en una controversial “gurú” de pseudoterapias y pseudociencia con sus métodos para un mejor estilo de vida.
Paltrow fundó su empresa hace ya doce años y ahora Netflix lleva a la pantalla sus extraños experimentos como propuesta para una mejor calidad de vida. Ella vende sus productos y métodos como “ideas alternativas”, que en el avance de la serie advierten: “pueden parecer extrañas o aterradoras”.
En estos años la actriz fue condenada por publicidad engañosa, por su venta de productos para la salud que son fraudulentos. Goop vende productos de cosmética, decoración, suplementos alimenticios, ropa, y libros sobre salud física y mental, nutrición y deporte, entre otros variados asuntos.
La fama de la actriz como influencia masiva de pseudociencia y terapias contrarias a la salud, ahora en Netflix y con una especie de documental para calidad de vida, se ha vuelto una preocupación de muchos críticos que se dedican profesionalmente a la salud y ven en estos contenidos un riesgo para la salud pública. Muchos ven en este estreno una victoria de la pseudociencia y el fraude de las pseudoterapias “mágicas” sin base científica.
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En la introducción de la serie hay una breve advertencia en letras pequeñas que dice: “Este programa está diseñado para entrener e informar, no para dar consejos médicos. Consulte siempre a su médico sobre su salud o posibles tratamientos”. Y es que con todo lo que muestra, es evidente que necesita protegerse legalmente de futuras denuncias, ya que promueve delirantes terapias “sanadoras” que no solo son contrarias a la medicina y al más mínimo sentido común, sino que pueden ser peligrosas para la salud.
La promoción de la pseudociencia
En esta temporada que se estrena, comienzan con un viaje a Jamaica para probar hongos psicodélicos como parte de un tratamiento, con una experiencia de sanación a través de emociones intensas. En el segundo episodio hacen yoga en la nieve y se zambullen en un lago helado para conocer el poder del frío extremo para la salud y remedio contra el estrés. En el tercer episodio se centra en el placer sexual femenino y el cuarto en que la edad puede ser subjetiva.
Tal vez el que ha dado más que hablar es el quinto episodio donde John Amaral es la figura central, un “curador de energía, una mezcla de sanador de reiki y quiropráctico con un método que parece “exorcista”, hace que los pacientes hagan gemidos, sientan nauseas, rían, lloren y sufran convulsiones, para “expulsar” energía del cuerpo y regenerarse.
Él dice no tratar ninguna enfermedad en particular, sino que “al cambiar la frecuencia de la vibración del cuerpo cambia la regeneración de las células, cambia el proceso del sistema sensorial”. Incluso afirma que pueden sanar así recuerdos negativos. Un “médico integral” explica cómo los médicos están aprendiendo a “sanar con energía a través de las manos”.
Amaral afirma que maneja el campo de energía del cuerpo por capas y lo modifica a varios centímetros de distancia. Afirma que “hay investigaciones de la física cuántica que respaldan los tratamientos”, que “nuestra conciencia puede modificar la realidad física”, y una larga lista de disparates sin fundamento, con lenguaje pseudocientífico, pero con aire de superioridad científica sobre la medicina convencional.
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El “médico integral” explica que: “La tecnología no puede probar la curación con energía, pero que no lo pueda demostrar no significa que no funcione” y que “las emociones se almacenan en el cuerpo, en las células, como las ideas en la mente… las emociones cambian la química de las células”.
La conclusión del capítulo es que los médicos tendrán que aprender a sanar con energía a distancia (al estilo Reiki) y que este método revolucionará la medicina. ¡No hacen falta más comentarios! El lenguaje pseudocientífico expresa ideas antiguas provenientes del esoterismo y el pensamiento mágico: energías buenas y malas, pases mágicos, capas de cuerpo energético (astral). Lo que es seguro es que no hay nada científico de verdad. Es una ensalada de contenidos espirituales, mágicos y esotéricos, con aires de innovación en medicina.
Y el sexto y último episodio titulado “Sexto sentido” es una sesión con una médium (Laura Lynne Jackson) que canaliza espíritus de difuntos y que trata de enseñarnos a todos que podemos ser “psíquicos” y comunicarnos con “La energía” que está en el más allá. A la chica que entrevista le avisa que acaba de llegar su abuela y otros familiares y amigos difuntos a la sesión y que la entrevistada es un alma evolucionada y cosas por el estilo, típicas del mundo espiritista.
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Digamos que este último capítulo es una catequesis kardecista New Age para iniciarnos en el contacto con los muertos, que al final terminan en un panteísmo cósmico de comunicación con la energía del Universo.
Controversia y “productos” poco saludables
Fuera de la serie, en su empresa, Paltrow ha tenido graves denuncias por la venta de productos y métodos preocupantes. Uno de ellos fueron los “huevos vaginales”, el “huevo de cuarzo rosa” y el “huevo de Jade”, que teóricamente permitían mejorar el control de la vejiga, regular la menstruación y equilibrar las hormonas. La Fiscalía del Condado de Orange le hizo pagar a Paltrow más de 150.000 dólares de multa por vender esos huevos y “prometer beneficios para la salud sin el apoyo de la ciencia”.
Paltrow promovió también en su web pegatinas supuestamente “hechas con el mismo material de carbón conductor que utiliza la NASA para los trajes de astronautas”. Varios científicos de la NASA salieron a negar sus descripciones del producto y cambió el discurso, pero las vende para “volver a equilibrar la frecuencia energética del cuerpo”.
En su página web se puede comprar un “repelente para vampiros mentales”. Un spray a base de aceites especiales y gemas que elimina las “malas vibraciones” y protege de personas que nos envían “energías negativas”. A su vez, a nivel nutricional desaconseja comer Pulpo “porque tienen más neuronas que nosotros”.
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En una de sus guías “detox” vende un aparato para hacerse “enemas de café” y depurar así el colon, prometiendo a través de este peligroso método para la salud, aliviar la depresión, la tensión nerviosa y las alergias. ¡Un delirio! Al igual que los famosos baños vaginales de vapor para “limpiar el útero” y “equilibrar hormonas”. Cuando leí estas cosas pensé que era la genialidad de algún humorista, pero lamentablemente lo venden como métodos para el bienestar.
No es novedad que Netflix en varios documentales, al igual que otras compañías, promueve la pseudociencia y creencias mágicas con apariencia de cientificidad. Uno puede hoy ver “documentales científicos”, que no tienen nada de ciencia y hablan con aires de investigación académica sobre extraterrestres bajo tierra, fantasmas, vampiros, espíritus y energías que nadie sabe bien qué son.
El verdadero problema que tenemos hoy no son estos programas frívolos y promotores de teorías sin sentido, sino la falta de sentido crítico y la ingenuidad con la que se creen estas tonterías sin ningún respaldo científico, que están muy lejos del más básico sentido común. De hecho, la difusión de este tipo de contenidos se ha convertido en un verdadero riesgo para la salud pública.