“Es normal llorar la pérdida de un embarazo, incluida la pérdida de un hijo por aborto. Puede formar un hueco en el corazón, un hueco tan profundo que a veces parece que nada puede llenar el vacío”.
Así se presenta la página web “Hope after abortion” (“Esperanza después del aborto”), parte fundamental del Proyecto Rachel fundado por Vicki Thorn en 1984 y quien ha sido galardonada por la Universidad de Notre Dame con la medalla Evangelium Vitae 2020 “en reconocimiento a sus esfuerzos a favor de la vida”.
Red integrada de servicios post-aborto
El Proyecto Rachel es una red diocesana de sacerdotes, religiosos, consejeros y laicos especialmente capacitados que brindan una respuesta grupal de atención para las personas que sufren el aborto.
Además de la Reconciliación Sacramental, proporciona una red integrada de servicios, que incluye asesoramiento pastoral, grupos de apoyo, retiros y referencias a profesionales de salud mental con licencia.
Thorn es, actualmente, la directora ejecutiva de la Oficina Nacional de Reconciliación y Sanación Post-Aborto de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés).
Nadie las apoyó
La activista recibirá la distinción en el banquete tras una Misa que se celebrará el próximo 25 de abril de 2020. La razón, aducida por el jurado, es el hecho que Thorn ha sido “un testigo vivo del amor incondicional y la misericordia que se encuentran en el corazón de la Cultura de la Vida”.
Actualmente, el Proyecto Rachel funciona en 165 diócesis a lo largo y ancho de Estados Unidos y en muchos lugares del extranjero, enfrentando y sanando los efectos que produce en las mujeres el aborto.
Desde 1973, cuando la decisión Roe v. Wade legalizó el aborto en Estados Unidos, se estima que 28 millones de mujeres en el país han tenido uno o más abortos. La mayoría de las veces por falta de apoyo de quienes, se supondría, deberían estar a su lado.
Un “síndrome” ignorado
Según se lee en la página web las personas de quienes normalmente dependerían para recibir apoyo en circunstancias difíciles no pudieron, no quisieron o no estuvieron disponibles para ayudar con la crisis del embarazo.
Los novios, incluso los esposos, dijeron que no estaban “listos para la paternidad”. Una mujer que carece del apoyo y el aliento voluntarios del padre para ayudar a criar al hijo tiene más probabilidades de elegir el aborto.
La pérdida de un hijo por aborto puede producir efectos muy graves en las mujeres (y, en contadas ocasiones, en los hombres) pero los efectos negativos del aborto son ampliamente ignorados por el público. Es lo que se conoce en términos generales como el “síndrome post-aborto”.
Gente de vida
“En consecuencia, muchas mujeres piensan que sus reacciones de dolor son de alguna manera anormales y creen que no hay ningún lugar al que recurrir para obtener ayuda”, dice el sitio web del Proyecto Rachel. Su objetivo es proporcionar a estas mujeres perdón, sanación y esperanza.
“El trabajo de Vicki Thorn ha sido una fuente de curación para mujeres y hombres cuyas vidas han sido afectadas por el aborto”, dijo el padre John Jenkins, presidente de Notre Dame al momento de anunciar a la ganadora del premio en esta edición.
En 2008, Thorn y su esposo William fueron incluidos en la Orden Ecuestre Pontificia del Santo Sepulcro de Jerusalén. Thorn también recibió el Premio “People of Life” (Gente de Vida) en 2009 de la USCCB.
Hoy celebramos a...