Santa Rosa de Lima sintió el llamado de Dios de llevar una vida consagrada a Él, pero sus padres nunca lo entendieron. El gran deseo de ellos era que su hija se casara y, a menudo, la ridiculizaron por las decisiones que tomó.
Ante a la oposición de sus padres, Rosa se quedó en casa y se dedicó a la oración y a las obras de caridad. También oraba por sus padres, esperando que algún día entendieran su llamada de ser monja, pero no lo aceptaron. Después, sus padres tuvieron problemas financieros, por lo que ella tuvo que trabajar todo el día y coser por la noche.
A pesar de los malos tratos que llegó a recibir, su caridad y atención hacia ellos era impresionante. Siempre los respeto y pidió por ellos.
Aquí una oración que invoca la intercesión de santa Rosa para todas las madres, especialmente aquellas que necesitan fuerza. Ella ayudó a sus padres en su necesidad y sigue siendo una poderosa intercesora para aquellas madres que necesitan gracias adicionales de Dios.
Oración
Santa Rosa, Virgen devota, rosa fragante en el jardín de Dios, que florece dulcemente en medio de las espinas de la tribulación angustiosa y la mortificación severa, blanca como la nieve en la inmaculada inocencia de tu corazón, brillando en el amor de Dios que te consumió.
Tu dedicación a tus padres fue tan grande que trabajaste día y noche para aliviar su pobreza, y los cuidaste con la mayor ternura en su enfermedad.
Hija agradecida y humilde, ten piedad de mí y de mis hijos. Enséñame a, por mi conducta verdaderamente cristiana, merecer la cálida gratitud de mis hijos. Enseña a mis hijos a apreciar mi amor y los numerosos sacrificios que hago alegremente por ellos; enséñales a pagar con amor filial y obediencia, y principalmente con fervientes oraciones por mí.
Bendíceme a mí y a toda mi familia. Que nuestros corazones estén íntimamente unidos incluso en la adversidad. No coloquemos nuestra felicidad en la prosperidad temporal, sino en la esperanza de una futura bendición eterna.
Ruega también, oh santa patrona de América, por todas las madres cristianas en particular, para que la vida y los sentimientos cristianos puedan despertarse en todas partes. Que estos sentimientos se extiendan por todas partes, uniendo a todas las familias en la única gran familia de Dios, en la que Jesucristo pueda vivir y gobernar con Dios Padre y Espíritu Santo. Amén.


