Si eres un pariente, amigo o padrino, asegúrate de hacer estas preguntas antes de tomar la iniciativa con niños pequeñosCuando una pareja tiene un bebé o un niño menor de cinco años, es muy común que las personas cercanas a ellos quieran recoger a los niños e interactuar con ellos. A veces, esa interacción es un alivio para la madre o el padre, porque les da unos minutos de descanso.
Pero este sentimiento solo puede durar poco tiempo si el miembro de la familia o amigo olvida que se debe consultar a los padres incluso sobre cosas sencillas, porque sus acciones a veces pueden incomodar a los padres, especialmente a los padres que son más protectores.
Aquí enumeramos algunas preguntas que los tíos, padrinos y abuelos deben hacer antes de tomar la iniciativa con los niños pequeños, con algunas consideraciones sobre por qué los padres pueden sentirse incómodos con ciertas acciones que involucran a sus hijos. Estos consejos pueden parecer exagerados, pero para muchos padres suponen preocupaciones reales.
1¿Puedo tomar a tu bebé?
Es poco probable que esto cause problemas, pero la consideración principal es que el padre o la madre suelen ser los que ofrecen al niño para que otro lo coja. Si esto no sucede espontáneamente, puede ser porque los padres tienen alguna razón para no ofrecerlo.
Por supuesto, si pide abrazar al niño, rara vez se le dirá “no”, incluso si el padre se siente incómodo. Sin embargo, hay una variedad de razones por las cuales los padres pueden sentirse incómodos o reticentes a que otra persona tome a su hijo, especialmente cuando se trata de bebés recién nacidos. Por ejemplo, si la persona huele mucho a cigarrillos o alcohol, habla en voz alta que puede asustar al niño o no se ha lavado las manos. O puede deberse a que algunos niños simplemente no reaccionan bien al ser tomados por otros, o puede haber preocupación por la presencia de un virus.
Además, ten en cuenta que un niño recién adoptado de cualquier edad no debe ser tomado en brazos por nadie más que sus nuevos padres al principio, por el bien de la vinculación y el apego.
2¿Puedo darle esto a tu hijo?
Cuando se trata de la dieta de un niño, algunos padres son muy particulares debido a preocupaciones sobre la salud o problemas médicos. Esto significa que el niño, especialmente si es menor de 2 años, no puede comer alimentos azucarados, como dulces o pasteles, ni tomar bebidas gaseosas, jugos de frutas azucarados, helados, papas fritas, palomitas de maíz o comida rápida.
Dado que los bebés son muy curiosos, especialmente con respecto a lo que los padres se llevan a la boca, es muy común que las personas que no conocen bien a los niños y que ignoran las reglas dietéticas de los padres quieran darles comida. Sin embargo, debemos usar el sentido común y preguntar si el alimento en cuestión se puede ofrecer al niño, ya que, por inofensivo que parezca, puede ser que los padres sientan que no es oportuno. ¿Y qué pasa si el niño tiene una alergia o sensibilidad que no conocemos?
3¿Puedo entretener a tu hijo con mi celular?
4¿Puede tu hijo ver la TV conmigo?
Aquí se aplican las mismas consideraciones que en el punto anterior, con el añadido de que a menudo lo que incomoda a los padres no es el hecho de que sus hijos vean televisión, sino más bien qué programa específico están viendo, como series de televisión y películas que muestran escenas de conflicto y violencia. Lo mismo vale para los videojuegos que incluyen peleas, escenas de persecución, etc. Por lo tanto, si un grupo de personas en una reunión familiar se entretiene viendo la televisión, es oportuno preguntarle a uno de los padres si el niño puede quedarse allí.
5¿Puedo llevar a tu hijo al parque?
Los padres siempre agradecen a las personas que les ofrecen unos minutos u horas de relajación entreteniendo a sus niños, pero para que todo salga lo mejor posible, siempre es bueno preguntarles antes de tomar este tipo de iniciativa. Si deseas llevar a los niños a un parque infantil, parque de atracciones, centro comercial o simplemente a pasear, pregunta a los padres si están de acuerdo y atente a su respuesta.
Hay algunos niños pequeños que salen corriendo tan pronto como descubren que están en un espacio abierto, tocan a cada perro que ven, se llevan a la boca todo lo que encuentran en el suelo, muerden a otros niños o pelean por juguetes. En resumen, dependiendo del niño en cuestión, deben tomarse muchas precauciones, por lo que siempre es importante escuchar la voz de los padres y actuar de manera responsable.
A los padres les encanta cuando otras personas quieren a sus pequeños, pero también necesitan que esas personas respetan su autoridad y sus decisiones de crianza como padres. Ellos son los últimos responsables ante Dios, la sociedad y su propia conciencia por el bienestar de sus hijos, ¡así que apoyémoslos en todo lo que podamos!