La planta de la Camellia Sinensis nos ofrece panoramas de gran belleza en muchos países, sobre todo del continente asiático. Admirarlos forma parte del aprecio y el cuidado de la Casa Común
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
El té es la infusión más consumida en el mundo y la segunda bebida en el ranking mundial. Su cultivo se presenta en grandes regiones del planeta, sobre todo en la zona de los Trópicos.
Las condiciones geográficas idóneas para el té son las que se encuentran en las regiones montañosas, húmedas y a la vez con muchas horas de sol diarias. Esto se da en China, Japón, Turquía, Indonesia, India, Bangladesh, Sri Lanka (en la imagen) y Kenia, entre otros países.
A continuación, pueden verse imágenes de plantaciones de té, de las que surgen los cientos de variedades, puesto que según la climatología y el suelo de donde absorbe los nutrientes, el té adquiere un sabor y aroma distinto. También el procesado hace que exista diferentes tipos de té, como el blanco, el amarillo, el té rojo, el verde, el negro o el azul, a los que hay que sumar los blends, que significa “mezclas”.
Territorios de la “Laudato Sì”
Cuidar de la belleza y la sostenibilidad de estos paisajes es un modo de aplicar los criterios de la “Laudato Sì”, la exhortación apostólica en la que el papa Francisco invita a cuidar la Casa Común (el mundo como criatura salida de las manos de Dios y residencia de la civilización) y llama a vivir la justicia social entre los pueblos.
Un viaje por los paisajes del té es una experiencia única.
Te puede interesar:
Pujilí (Ecuador), la ciudad que vibra con la fiesta del Corpus Christi
Te puede interesar:
Una peregrinación a El Álamo y las misiones católicas de San Antonio
Te puede interesar:
El paraíso en una laguna, el lazo que une a toda una isla