separateurCreated with Sketch.

Hombre golpea a otro sin techo y el Papa escribe: ¿Cómo puede Dios tolerarlo?

POPE AUDIENCE JUNE 12, 2019
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Ary Waldir Ramos Díaz - publicado el 13/06/19
whatsappfacebooktwitter-xemailnative

La crónica reciente hace de marco al mensaje de Francisco para III Jornada Mundial de los PobresEl papa Francisco denunció, casi como un grito de dolor, el aumento de vejaciones contra personas que viven en la calle. Personas “que carecen de lo necesario y que en ocasiones son además maltratados y explotados”.

“La crisis económica no ha impedido a muchos grupos de personas un enriquecimiento que con frecuencia aparece aún más anómalo si vemos en las calles de nuestras ciudades el ingente número de pobres”. 

“Devolver la esperanza perdida a causa de la injusticia, el sufrimiento y la precariedad de la vida”, es el objetivo del papa Francisco con su mensaje para la III Jornada Mundial de los Pobres que se celebra la XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario, este año el 17 de noviembre de 2019.

La crónica más reciente sirve de marco a las palabras del Papa: Un hombre de saco y corbata patea violentamente a una persona ‘sin techo’, lo golpea mientras que dormía en la calle en San Francisco (California). La policía publicó el video del sujeto irreconocible por llevar un gorro. 

Además, recientemente, en Aleteia contamos el caso del joven youtuber que fue condenado a año y medio de cárcel por denigrar a un mendigo en Barcelona. Y la lista sigue en varios países y ciudades. 

En este contexto, el Papa invita a considerar el juicio de Dios porque “la esperanza de los pobres nunca se frustrará”. En efecto, ese es el tema escogido para el documento que firmó el 13 de junio de 2019 en la fiesta de San Antonio de Padua, franciscano. 

La fecha de la firma tampoco es una casualidad. “Oh pobreza, fuente de alegría cuando es auténtica, tesoro que los hijos del diablo desprecian y odian”, advertía el santo también doctor de la Iglesia que predicó la pobreza evangélica. 

La condición del pobre y la arrogancia del que lo oprime, preocupan al Pontífice que se inspira  en el salmo (9,19); donde se “invoca el juicio de Dios para que se restablezca la justicia y se supere la iniquidad (cf. vv. 35-36)”. 

¿Cómo puede Dios tolerar esta disparidad? , pregunta Francisco, consciente de que la cuestión “se ha repetido a lo largo de los siglos hasta nuestros días”: 

Cuestiona al mundo de hoy: ¿Cómo puede permitir que el pobre sea humillado, sin intervenir para ayudarlo? ¿Por qué permite que quien oprime tenga una vida feliz mientras su comportamiento debería ser condenado precisamente ante el sufrimiento del pobre? 

En tiempos de “gran desarrollo económico”, Francisco planteó que también existen “fuertes desequilibrios sociales”. 

En este vídeo en la voz de los familiares de un hombre ex habitante de calle está una prueba más que ante los ojos de Dios y del amor, la dignidad de una persona siguen intacta, a pesar de sus dificultades. 

Por eso, considerando la observación del salmista, el Papa aseguró que la inequidad aumenta, respecto a “la riqueza alcanzada por unos pocos privilegiados”.

Hoy no es muy diferente. “Gente arrogante y sin ningún sentido de Dios perseguía a los pobres para apoderarse incluso de lo poco que tenían y reducirlos a la esclavitud”, recuerda. 

El Papa trae consejo de la Biblia para describir un cuadro de “realismo y verdad”, afirmó. 

De ahí que sus palabras sean duras con quien abusa de los indigentes y más pobres, incluso recuerda las palabras del Apocalipsis: “Tú dices: “soy rico, me he enriquecido; y no tengo necesidad de nada”; y no sabes que tú eres desgraciado, digno de lástima, ciego y desnudo” (Ap 3,17). 

Pasan los siglos, pero la condición de ricos y pobres se mantiene inalterada, como si la experiencia de la historia no nos hubiera enseñado nada”, afirma. 

Por lo tanto, Francisco no se refiere al pasado, sino a nuestro presente, expuesto al juicio de Dios.

10 frases inolvidables sobre la pobreza y la esperanza “creíble” en el testimonio cristiano: 

1. “Considerados generalmente como parásitos de la sociedad, a los pobres no se les perdona ni siquiera su pobreza”. 

2. A veces se requiere poco para devolver la esperanza: basta con detenerse, sonreír, escuchar. Por un día dejemos de lado las estadísticas; los pobres no son números a los que se pueda recurrir para alardear con obras y proyectos. 

3. A los ojos del mundo, no parece razonable pensar que la pobreza y la indigencia puedan tener una fuerza salvífica; sin embargo, es lo que enseña el Apóstol cuando dice: «No hay en ella muchos sabios en lo humano, ni muchos poderosos, ni muchos aristócratas; sino que, lo necio del mundo lo ha escogido Dios para humillar a los sabios, y lo débil del mundo lo ha escogido Dios para humillar lo poderoso”. 

4. El Señor no abandona al que lo busca y a cuantos lo invocan; «no olvida el grito de los pobres» (Sal 9,13), porque sus oídos están atentos a su voz. 

5. La esperanza del pobre desafía las diversas situaciones de muerte, porque él se sabe amado particularmente por Dios, y así logra vencer el sufrimiento y la exclusión. 

6. Su condición de pobreza no le quita la dignidad que ha recibido del Creador; vive con la certeza de que Dios mismo se la restituirá plenamente, pues él no es indiferente a la suerte de sus hijos más débiles. 

7. La esperanza del pobre se consolida con la certeza de ser acogido por el Señor, de encontrar en él la verdadera justicia, de ser fortalecido en su corazón para seguir amando (cf. Sal 10,17). 

8. El pobre sabe que Dios no puede abandonarlo; por eso vive siempre en la presencia de ese Dios que lo recuerda. Su ayuda va más allá de la condición actual de sufrimiento para trazar un camino de liberación que transforma el corazón, porque lo sostiene en lo más profundo.

9. El Dios que Jesús quiso revelar es éste: un Padre generoso, misericordioso, inagotable en su bondad y gracia, que ofrece esperanza sobre todo a los que están desilusionados y privados de futuro. 

10. Los pobres son cada vez más pobres, y hoy día lo son aún más. Pero Jesús, que ha inaugurado su Reino poniendo en el centro a los pobres, quiere decirnos precisamente esto: Él ha inaugurado, pero nos ha confiado a nosotros, sus discípulos, la tarea de llevarlo adelante, asumiendo la responsabilidad de dar esperanza a los pobres. 

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.