separateurCreated with Sketch.

Notre Dame de París inmortalizada por los más grandes pintores

whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Caroline Becker - publicado el 09/05/19
whatsappfacebooktwitter-xemailnative

Desde el siglo XIII, la catedral de la capital francesa no cesa de hacer soñar a los mayores artistas de cada época. Todavía hoy, numerosos pintores y diseñadores recorren el río Sena para captar un poco de su belleza

Una catedral, sobre todo cuando se trata de un santuario nacional como el de París, no es una tumba ni un museo. Esta permanece siempre viva. A través de los siglos, todas las épocas la han marcado con su genio, todas la han enriquecido y embellecido, sabiendo que este es el lugar en que se encuentran todos los fervores.

Así declaraba en 1938 el cardenal Verdier. Desde su construcción, en el siglo XIII, Notre Dame de París fascina. Artistas, ayer y hoy, han representado la catedral. Reproducida, imaginada, fantaseada, sublimada… todos han dado rienda suelta a su imaginación con el deseo de celebrarla. Una colección de antología.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.