La inauguración de una infraestructura amigable con la “casa común” y un mensaje más que especial La Reserva Nacional Lago Pañuelas –a casi 100 kilómetros de Santiago- es una zona protegida en Chile alrededor del lago que lleva su nombre y es considerado un gran reservorio de agua dulce, además de su elocuencia en cuanto a flora y fauna.
Es en ese lugar donde los ojos del continente se han posicionado en los últimos días para contemplar la inauguración de la Torre Experimental Pañuelas, un particular proyecto que se posiciona como el edificio más alto de Latinoamérica hecho en madera.
Detrás de esta iniciativa se encuentra el Centro de la Universidad Católica de Innovación en Madera y contó con el apoyo para su desarrollo del Ministerio de Vivienda, además de la Fundación Imagen de Chile.
El imponente edificio cuenta con seis pisos de alto –una extensión de 8.000 m2- y representa “una de las primeras obras construidas en madera industrializada de alto estándar en Sudamérica”, tal cual recuerda un comunicado de este centro de innovación.
Si bien el plan para desarrollar este proyecto –denominado “Edificio Icónico de Rancagua”- ya tiene varios años, para levantar el edificio y ensamblar las partes se necesitaron apenas cinco días.
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“Los inmuebles incluirán departamentos para personas con movilidad reducida (de 64 m2 de extensión) y los pisos superiores dispondrán unidades dúplex que contarán con 56 m2 y 65 m2, respectivamente”, prosigue el comunicado.
Pero este imponente edificio, por sus características, esconde un potente mensaje. Entre ellos un claro ¡Sí se puede! Efectivamente, al considerar la madera como “alternativa ecológica y renovable” representa un claro ejemplo que se puede seguir innovando y mejorando la respuesta a nivel de construcciones y viviendas pensando en cómo no dañar la casa común (Laudato Sí).
“Impulsar la edificación en madera es relevante, pues es sustentable y amigable con el medio ambiente, pero, además Chile es uno de los países del mundo más relevante en el sector forestal, lo que nos permite cubrir esta demanda de vivienda con nuestros propios recursos”, afirmó Juan José Ugarte, director del Centro de la Universidad Católica de Innovación en Madera y también presidente de la Corporación Chilena de la Madera.
Al mismo tiempo, este edificio cuenta con un sistema de barras de acero cubiertas en su interior, algo que lo transforma en resistente ante las amenazas sísmicas, aspecto presente en el país sudamericano.
Una respuesta a la problemática de la vivienda
Pero este edificio, además de sus características de sustentabilidad, representa una clara respuesta a una problemática presente en América Latina: la vivienda. Gracias al desarrollo de este tipo de iniciativas se favorecerá la reducción tanto en costos como en tiempos de ejecución de obras, algo que terminará siendo positivo para incrementar el número de viviendas de interés social.
Y el problema no es menor, pues, según datos proporcionados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y puestas a consideración por este centro de innovación, existe un 6% de falta de vivienda en áreas urbanas en América Latina y el Caribe y un 94% no tienen buena calidad. En Chile, el déficit habitacional está estimado en 500.000 unidades y afecta a 1.5 millones de de personas aproximadamente.
“Se trata de un sistema constructivo sumamente innovador, que combina la investigación interdisciplinaria en áreas como ingeniería, arquitectura y diseño, creando una nueva tecnología que sin duda hará una gran contribución para elevar el estándar de las viviendas sociales y en general de la industria en Chile”, aseveró el vicerrector de Investigación de la Universidad Católica de Chile, Pedro Bouchon.
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