Para el pueblo cristiano en la conmemoración de todos los fieles difuntos, es costumbre ir en procesión al cementerio para rezar por los seres queridos acompañados con el sacerdote, que para la ocasión realiza una celebración con un rito especial de bendición de las tumbas.
Muchos llevan flores para adornar las tumbas, pero en Europa, especialmente en Italia, se preparan dulces para recordar al ser querido.
Quizás se conozca más la tradición del altar de los muertos en México y no tanto la italiana, aunque si se podría decir que es más antigua.
Entre la noche del 1 y 2 de noviembre en muchas ciudades italianas, se tenía compañía al difunto con una comida, o en casa se preparaba una mesa llena de de dulces, para que sean frecuentados por los difuntos del hogar.
Posiblemente esta tradición fue trasmitida a través de los siglos por la usanza de los primeros cristianos, del llamado “refrigerium”. Este refrigerium era un pequeño banquete que se hacía en honor al difunto, como se puede constatar en varios escritos dentro de las catacumbas. Por ejemplo en las catacumbas de San Sebastián se observa en uno de los muros la siguiente frase: “at paulum et petrum refrigeravi”, un banquete dedicado a san Pablo y san Pedro.
Lo cierto que estas tradiciones en Italia se fueron perdiendo poco a poco al pasar de los años y ahora solo se pueden ver distintos tipos de dulces, depende la zona de Italia, que hacen su aparición en las pastelerías para el 2 de noviembre, o quien los prepara en casa para recordar con cariño a los familiares difuntos, después de haber visitado sus tumbas.
Si te ha gustado esta antigua tradición italiana, te dejo algunas recetas, para que tu también recuerdes a tus familiares difuntos con un gustoso dulce:
Fuente: giallozaferano.it, dolcisiciliani.net
Hoy celebramos a...