Cientos de personas se congregaron hace cinco días en la terminal de autobuses de San Pedro Sula (Honduras) para salir caminando hacia Guatemala, cruzar Guatemala, llegar a México, cruzar México y hacer el “sueño americano” en Estados Unidos.
Unos dos mil hondureños –jóvenes, mujeres, niños, ancianos—sobre todo del norte del país, tomaron la llamada Carretera de Occidente cruzaron ya la frontera de Guatemala y Honduras, en Aguacaliente, se internaron por territorio guatemalteco y están a las puertas de México.
Greyda Reyez, una mujer que camina en la Caravana de Migrantes con un gran pañuelo rojo rodeándole la cabeza para protegerse del sol, marcha a Estados Unidos porque, dice, “en Honduras no hay trabajo”. Tiene un par de hijos estudiando en la Universidad y otros dos hijos pequeños, así como un tío enfermo, y lo que gana no le alcanza para sostenerlos.
Por su parte, Edy Gálvez, quien lleva de su mano a un niño pequeño, habla de las condiciones de inseguridad que privan en Honduras. “Uno trabaja y llega mucha gente a extorsionarlo, que tiene que darles tanto… así no se puede…. Uno no puede andar tranquilo ni trabajando”, relata a CNN en español, mientras que Emma Torres exclama: “Agarramos camino, no queda de otra”.
La gente que marcha en la Caravana del Migrante lleva a sus familias completas, hay personas lisiadas que buscan una operación en Estados Unidos, niños de brazos, mujeres que reflejan el dolor de la violencia y hombres que, simplemente, han visto en el camino hacia Estados Unidos la única opción para seguir viviendo.
Pero no será ni remotamente fácil que crucen el territorio mexicano y mucho menos que puedan internarse en Estados Unidos. El presidente de este país, Donald Trump, escribió en su cuenta de Twitter que, si los migrantes de la caravana proveniente de Honduras no son detenidos y regresados a su país de origen, suspenderá toda asistencia financiera a ese país.
De acuerdo con comentaristas políticos de Estados Unidos, la Caravana le viene como “anillo al dedo” a Trump pues con ella reaviva el efecto-miedo al extranjero de su base de votantes, le da un pretexto –como en abril pasado—para endurecer su discurso anti migratorio y un balón de oxígeno en la campaña que está realizando para que su partido, el Republicano, sea competitivo en las elecciones intermedias que se celebrarán en noviembre.
También el Gobierno mexicano ha advertido a los migrantes hondureños que “frenará” su paso por el país azteca, si los integrantes de la Caravana “no cumplen con los requisitos migratorios indispensables para internarse en el país”, según un comunicado emitido por el Instituto Nacional de Migración.
Es previsible que, una vez que ha firmado el nuevo acuerdo de libre comercio con México y Canadá, el presidente Trump vuelva a exigir a México que pare a los migrantes hondureños antes de llegar a la frontera. En abril de este 2018, con motivo de una anterior caravana, Trump echó a andar el proyecto de “tolerancia cero” que separó a miles de niños de sus familias.
¿Lo volverá a reeditar ahora, tras la oleada de críticas nacionales e internacionales que suscitó el anterior intento de disuadir a los hondureños de emigrar a Estados Unidos?
Hoy celebramos a...