Dado que el estar ocupado se ha puesto de moda, el descanso se ha vuelto algo que muchas veces olvidamos. Muchos de nosotros confundimos el concepto de descansar con acostarse en el sofá, mirar Facebook con el teléfono en nuestra cara, mirar el próximo episodio de nuestra serie favorita en Netflix.
Pero eso no es lo que significa descansar. Tiene menos que ver con la posición de tu cuerpo que con tu estado de espíritu. La esencia del descanso radica en organizar un momento en que estás presente contigo mismo; es ese momento en que realmente te encuentras contigo mismo. Escuchas tus emociones, piensas en tus objetivos y sueños. No es fácil. ¿Por qué? Existen dos motivos comunes.
Tal vez escojas estar ocupado porque eso te da un sentimiento de importancia. La ocupación está frecuentemente asociada al prestigio; el descanso no. Tal vez tienes mucho miedo de escucharte, de ver lo que está dentro de ti. Huir del descanso podría ser una manera de huir de ti mismo.
Tal vez no tengas tiempo de estar solo porque permites que otros planeen tu tiempo.
Bárbara, una ex colega del trabajo, siempre estaba dispuesta a ayudar cuando sus amigos necesitaban de ella. Ella estaba siempre lista para ayudar, escuchar o hacer algo por los demás. Como resultado, cuando estaba finalmente sola, estaba tan cansada que se dormía inmediatamente. Si deseas empezar a descansar, necesitas definir una hora que solo te pertenecerá a ti, y donde nadie reclamará tu tiempo.
El descanso es un momento de reflexión, lo que no significa que tengas que sentarte y no hacer nada. Algunas personas se relajan andando en bicicleta, nadando o pasando tiempo hablando con amigos. El efecto debe ser: mayor alegría, un sentimiento de descanso y relajación, y tener más fuerza y ganas de vivir.
Solamente cuando tu cuerpo y tu mente están descansados puedes realmente aprovechar la vida y el ocio. El ocio es diferente del descanso; es el momento en que haces cosas que te traen alegría. Cuando estás bien descansado, más cosas te hacen feliz. Incluso pequeñas cosas pueden deleitarte. Pero, por encima de todo, si estás presente contigo mismo durante el descanso, sabrás cuál es el mejor entretenimiento para ti en ese momento específico.
Por el contrario, cuando estás cansado, incluso las actividades que alguna vez te han traído alegría ya no son atractivas. Tu cuerpo y tu mente necesitan incentivos cada vez más fuertes para sentir algo. A veces escoges actividades que realmente no te hacen sentir feliz, como comer cuando ya estás satisfecho. Si no estás descansado, no estás contigo mismo, y no sabes lo que te dará más alegría en ese momento.
Para muchos de nosotros, descansar es algo que debe aprenderse nuevamente. Haz el primer paso hoy, pon un horario en tu calendario (puede ser solo 30 minutos) solo para descansar. Cuando llegue la hora, intenta escucharte. No te preocupes si parece extraño al principio. Tal vez eso sea algo nuevo para ti, y necesites acostumbrarte a ello.
Cuando la incomodidad inicial pase, empieza a hacerte preguntas diferentes, tales como: