Hoy se conoció las nuevas aceptaciones de renuncia por parte del Papa de los obispos de la diócesis de San Bartolomé de Chillán y de la diócesis de San Felipe. De esta manera, de las 27 jurisdicciones eclesiásticas, ocho de ellas se encuentran en situación de sede vacante y a cargo de administradores apostólicos: San Felipe, Valparaíso, Rancagua, Talca, Chillán, Valdivia, Osorno y Puerto Montt.
Una vez conocida la salida de Mons. Carlos Pellegrín, S.V.D. (de la congregación del Verbo Divino) de la diócesis de Chillán, la representante de la Red Laical Chillán, Mirena Romero, expresó su satisfacción con la salida del obispo, sosteniendo que ahora espera que las víctimas puedan alzar la voz.
“Hay muchas partes oscuras que suponemos y esperamos con mucha ansia que, al salir del cargo, la gente por fin se atreva a hablar, a denunciar lo que le parezca injusto con tranquilidad”, manifestó.
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El nuevo Administrador Apostólico, sede vacante, de Chillán es el Padre Sergio Pérezde Arce Arriagada, SS.CC. (congregación de los Sagrados Corazones), hasta ahora rector de la iglesia de los Sagrados Corazones de Valparaíso. Presidió la Conferencia de Religiosos y Religiosas de Chile entre 2011 y 2014, período en el que integró el Consejo Nacional de prevención de abusos y acompañamiento de víctimas, organismo de la Conferencia Episcopal. En 2018 fue nombrado en la provincia chilena SS.CC. como delegado para la recepción de denuncias de abusos.
La situación de Monseñor Contreras de la Diócesis de San Felipe es más compleja, porque hay una denuncia de abuso sexual en su contra; además ya se habían realizado investigaciones previas donde no pudo determinar algún tipo de delito.
Es en la Diócesis de San Felipe donde asume el presbítero Jaime Ortiz de Lazcano Piquer, de nacionalidad española. Quien fue juez del Tribunal Interdiocesano, y entre 2008 y 2011 se desempeñó como presidente del Tribunal Nacional Eclesiástico de Apelación, de la Conferencia Episcopal de Chile. Desde 2011 hasta la actualidad se desempeñaba como vicario judicial del Arzobispado de Santiago.
Esta nueva aceptación de renuncias viene a sumarse a la grave situación que vive la jerarquía de la iglesia en Chile, y en donde el mes de octubre obispos y el cardenal y arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, declare en la justicia civil como imputado por encubrimiento.
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