separateurCreated with Sketch.

“Tras cinco meses sin poder ver a mi papá, constatamos que continúa enterrado vivo”

BADUEL
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Carlos Zapata - Aleteia Venezuela - publicado el 13/06/18
whatsappfacebooktwitter-xemailnative

El hijo del general exministro de Defensa de Hugo Chávez habla con Aleteia de su situación en “La Tumba”. Cimenta su esperanza en Dios y pide a la comunidad internacional mantener la presión, a la que atribuye la libertad parcial de su hermano

Su hermano fue excarcelado, pero la felicidad fue incompleta porque en su familia directa no hay uno sino dos presos políticos. Conoce de cerca al gobierno de Nicolás Maduro, que mantiene a su padre tras las rejas, en un lugar cuya sola mención asusta: La Tumba, como le llaman a una sección del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) en Caracas.

Adolfo es hijo del general Raúl Isaías Baduel, un emblemático, una de las “joyas de la corona”. El exministro de Defensa de Chávez que desafió al ahora difunto y quien se opuso abiertamente al legado de Maduro acumula casi una década de cárcel, y sus familiares llevan medio año sin verlo.

Finalmente supieron que sigue con vida. No sabemos cuál es el régimen de visita establecido o si esto es la fe de vida que hemos estado exigiendo”, escribió el muchacho, tras agregar a renglón seguido: “Mi papá sigue resistiendo en Dios con mucha entereza. No descansaremos en la lucha por la libertad de todos los presos políticos y de Venezuela. ¡Dios los bendiga!”.

Está en unas condiciones muy particulares: “Celda en un sótano, donde no tiene aire ni luz natural, no tiene noción del tiempo, está con perturbación del sueño. Eso nos causa profunda preocupación porque además está sometido a tortura psicológica diaria”.

Adolfo Baduel conversó en exclusiva con Aleteia sobre el particular hecho de la reclusión de su padre, sometido a tratos crueles en La Tumba, en momentos cuando su hermano –también preso político- fue excarcelado durante el reciente anuncio de medidas judiciales especiales.

-Con ese marco de fondo, ¿cómo recibió la noticia de las recientes excarcelaciones de presos políticos, que incluyeron a su hermano Raúl?

-Nos tomó por sorpresa, porque no lo esperábamos. Ese día, el sábado, para la excarcelación de mi hermano, él nos llamó para contarnos que estaba en la lista que estaba dando la señora Delcy (Rodríguez, actual presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente, considerada inconstitucional por la Iglesia Católica y desconocida por un centenar de países), y nos tomó por sorpresa.

Recibimos con mucha alegría y emoción su excarcelación… porque no es fácil tener a dos familiares presos por motivos políticos. Nadie sabe lo que uno vive. Si es difícil tener a un familiar injustamente preso, ¡imagínate a dos!

-Usted habla de torturas…

Bueno, mi hermano estuvo en seis cárceles comunes y en una de ellas fue quemado, en una acción tan fuerte que llegaron a afectar sus genitales y romper sus costillas.

-¿Lo denunciaron?

Sí. Nosotros denunciamos todo eso, pero como aquí no hay estado de Derecho sino que la justicia está parcializada, no nos hicieron caso. Sin embargo, todo está documentado y en su debido momento lo vamos a denunciar ante organismos internacionales.

-Luego de la excarcelación, la medida le impide a su hermano declarar, ¿correcto?

Efectivamente, él no puede declarar, tiene prohibida la salida del país y tiene un régimen de presentación. No puede declarar en medios ni tampoco en redes sociales. Esas son las medidas que le establecieron.

-Usted no tiene hijos pero sí sobrinos… ¿Cómo es la vida del nieto que tiene a un abuelo calificado como preso político?

Lamentablemente, la situación de mis sobrinos ha sido sumamente difícil. Solamente el menor de ellos tiene nueve años y mi papá tiene precisamente nueve años en la cárcel, y lamentablemente lo ha visto durante toda su vida encerrado injustamente en las mazmorras del régimen.

-¿Qué llamado le hace, como familia de presos políticos, a la comunidad internacional?

El llamado que podemos hacer como hijo y como familiar de un preso político es que sigamos ejerciendo presión. Por parte nuestra vamos a seguir ejerciendo la presión necesaria no solamente para que lo liberen tanto a él como a todos los demás presos políticos.

El llamado es a la comunidad internacional, a que siga ejerciendo las presiones para que los liberen a todos, porque la excarcelación de mi hermano se debe a esa presión internacional que se ha venido ejerciendo durante mucho tiempo.

¿Qué le pide a Dios?

Dios es la fortaleza en la adversidad. Dios está con nosotros. Mi papá nos ha inculcó siempre una fe fuerte y firme en Dios, enseñanza que ha cobrado cada vez mayor vigencia para nosotros. Sabemos que Dios nos acompaña en esta muy difícil situación.

Le pido primeramente salud para mi padre, para que pueda soportar con fortaleza la situación que está viviendo. Salud para nuestros seres queridos. Y que nos dé la fuerza para seguir adelante y cumplir la misión que él nos establece, así como el compromiso de salir adelante por la libertad de Venezuela y el bienestar de todos.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.