Raúl Isaías Baduel, ex-ministro de Defensa: Se enfrentó al difunto Chávez y se opone al legado de Nicolás Maduro. Lleva una década en la cárcel
Luego de seis meses sin ver el sol lo trasladaron a la Corte Marcial y lo presentaron en un tribunal de control para la audiencia preliminar, donde le ratificaron privativa de libertad. Seguirá en “La Tumba” como popularmente se le conoce a una peculiar sección del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) en Caracas.
Aunque es sólo uno de los más de doscientos treinta venezolanos que continúan en la cárcel por razones estrictamente políticas por orden del gobierno de Nicolás Maduro, el suyo es un caso emblemático debido a su condición de militar de muy alto rango y sus vínculos –y posterior ruptura- con el gobierno del fallecido Hugo Chávez.
Se trata de Raúl Isaías Baduel, quien tuvo la responsabilidad de ser Comandante General del Ejército entre enero de 2004 y julio de 2006, además de ministro de la Defensa entre junio de 2006 y julio del año 2007. Fue además quien encabezó en 2002 la famosa operación “Restitución de la Dignidad Nacional”, que tuvo la finalidad de rescatar de su cautiverio al entonces presidente Chávez y retornarlo al Poder, como en efecto sucedió.
Pero la amistad entre ambos no fue eterna. El 2 de abril de 2009 fue detenido y permaneció recluido en la cárcel militar de Ramo Verde hasta la noche del 12 de agosto de 2015, cuando culminó una polémica condena de siete años y 11 meses dictada por un tribunal del Circuito Judicial Penal Militar. Aquél lo habría hallado culpable de sustracción de fondos públicos, abuso de autoridad y delitos contra el decoro militar.
En aquella ocasión, dijo a la agencia Reuters: “Soy un preso de conciencia por orden de Hugo Chávez, quien cumplió las instrucciones que en junio de 2005 en el estado Anzoátegui le dictara Fidel Castro, quien le dijo entre otras cosas que yo no era digno de confianza y no aceptaba su liderazgo, por considerarme más inteligente que él”.
“Quien contraríe los caprichos de Hugo Chávez se expone al uso excesivo del Poder y al autoritarismo (…). Soy un preso de Hugo Chávez (…).Nunca estuve inscrito en el proyecto personalista de Chávez. Nunca fui chavista”, sentenció.
“Militar de alto riesgo”
Hace seis meses fue “secuestrado” por el gobierno de Nicolás Maduro, que lo considera una pieza peligrosa en el ámbito militar venezolano. Lo detuvo la Dirección General de Contrainteligencia (DGCIM) cuando se encontraba en la cárcel de RamoVerde, según denunció entonces la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) por medio de un comunicado a favor de los “presos políticos” firmado por la Comisión de Justicia y Paz el 10 de agosto de 2017.
El traslado se hizo sin orden formal del Tribunal, que ahora ocurre –tras diez postergaciones indebidas. Pese a que cumplió la totalidad de su condena, le imputaron los delitos de “traición a la Patria y rebelión” justo un día antes de obtener la libertad.