El albinismo es una anomalía genética que consiste en una deficiente producción de melanina. Las personas que la sufren en el mundo son 1 de cada 20.000 y a simple vista se les reconoce la deficiencia puesto que son extremadamente blancas de piel. Además, suelen tener poco vello, ni siquiera en las cejas o las pestañas.
Nacer albino en Occidente es visto por muchos como una rareza y tiene como consecuencias el hecho de que muchos albinos se sientan desplazados, además de notar las propias limitaciones, que a veces les afectan a la captación de la luz o a la sensibilidad de su piel.
En África, en países como Tanzania, Sudáfrica o Zimbaue, puede costar la vida ya que a las personas negras albinas se las considera portadoras de desgracias para la tribu. Kenia, en este sentido, organizó recientemente un concurso de belleza en apoyo a quien nace albino.
A muchos kilómetros de allí…
Para la estadounidense Taylor Dunnavant y Chris, papás de una niña llamada Brooklyn que hoy tiene 5 años, la llegada de una hermanita se convirtió en un reto, ya que habría que explicarle a Brooklyn que la bebé era albina.
Pero Brooklyn se lo puso muy fácil a papá y mamá, como todos los niños al hablar sin prejuicios. Al presentarle a Noralynn (así es como se llama), «no tuve que decirle nada. Me dijo que su hermana era un hada de las nieves, y luego que parecía Elsa (de Frozen). Debería haber sabido que los niños no ven diferencias», confesó emocionada la madre.

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